Dodge exhibe músculo y ruge como en 1970

Dodge reintroduce en el mercado dos denominaciones icónicas para sus muscle cars más conocidos: vuelven los Dodge Challenger T/A y Charger Daytona. El primero recupera el espíritu del modelo nacido en 1970 para competir en las Trans Am series americanas, y el segundo hace lo propio con el inconfundible Charger creado en 1969 para participar en la NASCAR.

El Dodge Challenger T/A hereda la estética que ya lució hace cuatro décadas su antepasado, con varios colores disponibles para la carrocería que se combinan con el negro presente en capó, techo, maletero, alerón, los vinilos laterales y las llantas de 20 pulgadas de aluminio forjado.

Pero no se trata solo de imagen, llega con múltiples mejoras mecánicas que optimizan el rendimiento de su motor, que es un 5.7 V8 de 375 CV en los T/A y T/A Plus, y un 6.4 V8 de 485 CV en el T/A 392: una entrada de aire del capó más grande, un sistema de refrigeración MOPAR y un escape específico.

A todo ello hay que sumar el Super Track Pak, un paquete de alto rendimiento que las tres versiones llevan de serie y que añade una suspensión rebajada, amortiguadores Bilstein, frenos de mayor tamaño, neumáticos Goodyear Eagle F1 y tres modos para el ESC (control de estabilidad), incluido uno que desactiva todas las ayudas.

Está claro que el Charger Daytona no refleja el diseño único del original (que a muchos les sonará por haberlo visto con Dominic Toretto al volante en Fast & Furious 6), pero sí recupera el vinilo negro de la zaga con el nombre grabado en el lateral. Mecánicamente no hay cambios. Está disponible con los dos mismos motores que el Challenger T/A, y la versión equipada con el bloque 6.4 V8 recibe la denominación Daytona 392.