Los SUV y la gasolina, responsables del incremento de las emisiones en España

Los fabricantes de automóviles se enfrentan desde este año a una severa normativa de la Unión Europea referente al promedio de emisiones medias de CO₂ de sus gamas de vehículos. Todo un desafío para el sector, que deberá realizar esfuerzos titánicos para revertir una tendencia que en los últimos tres años apunta en un sentido diametralmente opuesto. En España, las emisiones de dióxido de carbono volvieron a incrementarse en 2019, en concreto el 0,8%, para llegar a un promedio nacional de 118 g/km, muy lejos del objetivo de 95 g/km que afrontan la mayoría de las marcas generalistas.

Son los datos que ha adelantado Faconauto, la patronal de los concesionarios, tomando como base el estudio realizado por la consultora MSI. Se afianza así un crecimiento que ya se produjo en 2017 y 2018, similar al que se está produciendo a nivel global a falta de conocer los resultados correspondientes al año pasado y que se harán públicos en las próximas semanas.

Las razones de esta preocupante situación son dos, claramente identificadas por Faconauto. La primera apunta a una caída del 22,9% en las matriculaciones de vehículos diésel de última generación. Estas motorizaciones son más eficientes que las de gasolina y en 2019 representaron en España tan sólo el 29% del mercado. Por el contrario, las ventas de automóviles de gasolina crecieron un 3,9%, mientras que la penetración de otras tecnologías alternativas (híbridas, eléctricas o de gas) no tuvieron el peso específico suficiente para revertir la tendencia.

El otro factor que en opinión de la patronal está contribuyendo a que las emisiones crezcan es el fenómeno de los SUV. Su éxito en cualquier segmento, desde utilitarios a grandes versiones de lujo, es imparable y es así como se están poniendo en circulación coches más grandes, menos aerodinámicos y de peso superior, con lo que sus consumos son más elevados y, en consecuencia, sus emisiones de CO₂.

La solución para Faconauto pasa ineludiblemente por recuperar el protagonismo del diésel, evitar campañas de desprestigio de una tecnología que sigue siendo válida e informar al comprador de forma conveniente. Así lo explica Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de la patronal: “Hay que volver a colocar al diésel en el lugar que le corresponde y decírselo a los compradores para que salgan de la confusión en la que viven. Los modelos de última generación de este combustible ayudarían a cumplir con los objetivos de emisiones. Así lo han entendido por ejemplo en Japón, donde su Gobierno está concediendo ayudas directas para la adquisición de vehículos diésel, porque son conscientes de que, en este periodo de transición hacia la descarbonización de la movilidad, puede ser un aliado contra el efecto invernadero”.

Blázquez refuerza esta apuesta por el gasóleo con otra serie de medidas urgentes que contribuyan a la reducción de las emisiones: “Estamos en un año clave, por lo que hay temas urgentes que abordar desde el arranque de esta legislatura. Tiene que haber una renovación del parque y, en paralelo, incentivar la demanda del vehículo de bajas emisiones”.

Emisiones por comunidades

Fuente: MSI para Faconauto

Faconauto también ha ofrecido el detalle por emisiones y su evolución respecto al año anterior en cada una de las comunidades autónomas. El mayor promedio entre los coches nuevos corresponde a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde alcanzan los 126 g/km de CO₂, mientras que en el extremo opuesto se encuentra Madrid, que se quedó en 2019 en una media de 115 g/km.

En cuanto al incremento interanual, el resultado menos favorable fue para Murcia, que ascendió nada menos que el 3,45% pasando de 116 a 120 g/km. Navarra y el País Vasco consiguieron mantenerse estables respecto a 2018, repitiendo valores de 120 y 121 g/km, respectivamente. Lo que ninguna comunidad logró fue reducir sus emisiones de CO₂ en relación al año precedente, lo que refrenda el trabajo que el sector deberá realizar para hacerlo posible durante 2020.