Ford Mustang Mach E GT: el culto al V8 se hace eléctrico

Ya está disponible por 72.755 euros la versión de altas prestaciones del SUV a pilas, con una autonomía de 500 kilómetros.

Ford Mustang
El aspecto del nuevo Mach E GT es sencillamente imponente. | Ford

En EEUU los deportivos siempre se han concebido en torno a mecánicas de potencia elevada y respuestas contundentes que solo puede garantizar un clásico motor V8 de gasolina y alta cilindrada. Y con la llegada de la electrificación el concepto sigue siendo válido como demuestra el GT, la variante más poderosa del Mustang Mach E, un modelo 100% eléctrico que se apropia del temperamento que ha hecho famoso desde hace medio siglo a su mítico antecedente de carrocería cupé.

Pero para empezar a olvidarse del culto al V8, ante la inevitable transición energética del automóvil, llega el GT exhibiendo argumentos irrefutables. Su potencia sube hasta 487 CV (351 hasta ahora en la versión más potente Mach E), el par motor alcanza un valor descomunal para un coche de calle (860 Nm), y su aceleración le permite entrar en las listas de los deportivos más rápidos e igualar o superar a muchos coches de carreras (3,7 segundos de cero a 100 km/h) y llegar a los 200 km/h. La verdad es que no se encuentra ningún deportivo con estas credenciales por 72.755 euros.

Modo circuito

Para empezar, el GT lleva dos motores iguales en el tren delantero y trasero, mientras que en las otras versiones de la gama el anterior es más pequeño. Ambos se alimentan de una batería de gran capacidad (88 kWh) por lo que el peso total del SUV familiar deportivo de 4,74 metros de largo (tres centímetros más que la versión normal) asciende a 2.273 kilos (90 kilos más que la versión más pesada del Mach E).

Así que, para moverse con la soltura que se espera de un coche deportivo recurre a su enorme par motor o fuerza de empuje, el mayor que ha tenido nunca un Ford de serie, un centro de gravedad rebajado en 10 milímetros y, sobre todo, a una suspensión electrónica adaptativa MagneRide de serie que lo mantiene nivelado en cualquier circunstancia.

Las prestaciones son apabullantes y las posibilidades permiten al GT entrar sin complejos en los circuitos cerrados de competición. Para ello, suma a los tres modos de conducción de las versiones normales (Whisper, Active y Untamed) una cuarto llamado Untamed Plus que exprime al máximo los 487 CV disponibles y reparte la potencia favoreciendo siempre al eje trasero para conseguir mayor eficacia deportiva. Además, la tracción 4×4 se encarga de transmitirla integra al asfalto y el ESP se puede desconectar parcial o totalmente para obtener las mayores sensaciones sobre la pista.

Las fulgurantes aceleraciones exigen una frenada a la altura y para ello el GT equipa un potente equipo Brembo, con pinzas de cuatro pistones y discos de 387 milímetros delante y 316 detrás.

Dos maleteros

Por lo demás, la versión GT se puede reconocer por unos paragolpes ligeramente rediseñados, los pasos de rueda pintados del mismo color de la carrocería, sus llantas exclusivas de 20 pulgadas, anagramas laterales en las puertas y las siglas GT en lugar del caballo distintivo de Mustang del portón trasero.

Por dentro, equipa unos nuevos asientos de tipo deportivo y más envolventes, que cobran sentido cuando se experimentan las fuertes aceleraciones laterales de las que es capaz el SUV americano. Y tanto el espacio disponible para los ocupantes como la capacidad de los dos maleteros (100 litros delante y 402 detrás) no cambian respecto al Mach E.

En marcha

Al volante del Mach E GT, la sensación inicial es de desconcierto pues sus aceleraciones no se perciben en su justa medida por la ausencia de sonido de la mecánica y la facilidad con la que se producen. Pero en cuanto se toma conciencia de las posibilidades del coche, la eficacia deportiva y seguridad son muy altas en cualquier circunstancia.

Sobresale por una dinámica precisa y consistente, dejando claro que un eléctrico puede ser también muy divertido. Solo en curvas muy cerradas, donde la inercia se hace notar más, el GT perderá algo de aplomo debido a un peso elevado que será el que marque sus límites.

Durante la prueba, la batería de 88 kWh confirmó la autonomía declarada y, en un tramo de 100 kilómetros por carretera comarcal y autopista a velocidad normal, consumió 21 kWh. Y se puede cargar en súper cargadores de 150 kW (DC) recuperando 99 kilómetros en 10 minutos o cargando del 10 al 80% de la capacidad total en tres cuartos de hora.

Al respecto los ingenieros de Ford comunicaron que en 2022, todas las baterías del Mach E ganarán en potencia, incluida la del GT que pasará de 88 a 91 kWh y ganará un 3% de autonomía.

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