El cambio de aceite y filtros, ayuda al motor a funcionar mejor y pone la primera piedra de la reducción del consumo
Neumáticos
Incrementar ligeramente la presión de los neumáticos permitirá también reducir el gasto
Aprovechar la inercia
Dejar que el coche se desplace por su propia inercia es una de las soluciones maestras para recortar el gasto: puede llegar a suponer hasta medio litro menos.
Velocidad
Bajar de 120 km/h a 110, por ejemplo, puede disminuir el gasto (según modelos) en torno a 0,3 litros cada 100 kilómetros.
Evitar el control de velocidad
Activar el control de velocidad mejora la comodidad de conducción, pero no resulta apropiado si lo que se busca en consumir lo menos posible
Apaga el motor en paradas largas
Si vas a estar un tiempo detenido apaga el motor, pues si no estará gastando combustible de manera inútil.
Aire acondicionado
Si la temperatura lo permite, apagarlo ayudará a reforzar el ahorro
Maletero y peso
Transportar 100 kilos extra, por ejemplo, sube el gasto del orden de 0,3 litros.
La aerodinámica del vehículo
Todo lo que sea romper la aerodinámica del vehículo e interrumpir el flujo del aire, va a hacer que este necesite más energía para moverse.
Combustibles ‘premium’
Estos carburantes ayudan también a maximizar la eficiencia de toda la mecánica.