Ford decidió comercializar en Europa (incluyendo por supuesto España) la última generación del Bronco y se ha convertido en uno de los fenómenos del año. Un todoterreno genuino, de los que cada vez se encuentran menos, pero también con un estilo espectacular que le sirve para tener un espacio en los finalistas al galardón ‘Diseño del Año’ del certamen organizado por Prisa Media.
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Se comercializa con una única carrocería larga (4,8 metros) de cinco puertas, con elementos desmontables como las puertas, el techo de fibra o los paragolpes. La gama la componen dos versiones con diferentes enfoques de utilización: la más asfáltica se denomina Outer Banks y tiene un precio de 86.900 euros, mientras que la más campera se llama Badlans y eleva su tarifa a los 91.500 euros.
Ambas comparten un motor de gasolina, sin ningún tipo de electrificación, de seis cilindros configurados en V, un cubicaje de 2,7 litros y capaz de entregar una potencia de 335 CV.
Diseño con mucha personalidad
El diseño exterior rebosa personalidad, aunque evocando la estética tradicional del modelo. Formas rectilíneas, frontal poderoso, altura considerable y unas llantas imponentes en ambas versiones hacen del Bronco un coche difícil de ignorar a su paso. Su configuración resulta clave para la eficacia que demuestra fuera del asfalto, con cotas ideadas para superar obstáculos considerables y una altura de vadeo de 80 centímetros.
El espacio interior cuenta con materiales de calidad y presenta una dotación de equipamiento muy completa: cuadro de instrumentos digital de ocho pulgadas, pantalla central de 12 pulgadas, sistema multimedia SYNC 4 compatible con Apple CarPlay y Android Auto, sistema de sonido de alto rendimiento y cámaras de 360 grados, entre otros elementos.
Por todo ello se trata de un coche tan especial y extraordinario. Quienes toleren su personalidad en absoluto se verán defraudados, algo perfectamente compatible con que, obviamente, no es un todoterreno para todo el mundo. El Bronco enamora tanto por lo bueno como por lo que es menos, si fuera de otro modo se convertiría en otro más. Justo lo que no es…