Pues un país más en la lista de los visitados por Discover More 2014. Ya estamos en Portugal. Y al final, el desplazamiento de más de 400 kilómetros y a buen ritmo (exigencias de la logística) entre Sevilla y Lisboa ha resultado mucho más llevadero de lo que esperaba. Ha hecho incluso fresquito en algunas zonas del recorrido, el tráfico no ha resultado tedioso y los últimos doscientos kilómetros he podido completarlos fuera de la autopista, llegando hasta la capital portuguesa por una bonita carretera nacional, aunque ello haya supuesto tener que atravesar más poblaciones de las deseables…
Al margen del propio placer de rodar en moto, una ruta de cierta entidad como ésta se convierte en un puro trámite especialmente gracias a una máquina como la Harley-Davidson Street Glide 2014. Los ingenieros de Milwaukee han hecho un encomiable trabajo con su Proyecto Rushmore, un amplísimo paquete de medidas tecnológicas que desde este año se aplican a su familia Touring. Ya lo había podido comprobar en otras pruebas de menor duración, pero es ahora, cuando ya he superado los dos mil kilómetros con mi compañera eventual, cuando más estoy valorando estas mejoras.
Y creo que en este caso concreto puedo opinar con bastante conocimiento de causa. No porque sea un probador de motos consumado, que no lo soy, sino porque mi Harley personal es una como la que utilizo durante estos días pero en su versión 2012, es decir, sin toda la evolución que aporta el Proyecto Rushmore. Así que tengo elementos de juicio y comparación suficientes, tantas horas subido en la Street Glide, en todo tipo de carreteras y a ritmos diferentes en ocasiones me están permitiendo refrendar que el salto hacia adelante con esta versión es significativo.
No pretendo hacer aquí una prueba de la moto (que, por cierto, ya publiqué en su día en Motormercado de AS.com), sólo reflexionar sobre el modo en el que el esfuerzo de los ingenieros nos hace la vida la vida mucho más fácil a los usuarios. En ocasiones esto de las mejoras y las evoluciones nos puede sonar a simples argumentos de ventas o márketing, pero en casos como el del Proyecto Rushmore, os puedo asegurar que no es así. La nueva Street Glide es mucho más solvente en su tren delantero al completo, la frenada es más potente y dosificable, el embrague hidráulico se revela como una delicia, la distribución modificada le permite al motor subir de vueltas con más alegría, abrir las maletas laterales con una sola mano resulta comodísimo… En definitiva, todo son ventajas entre las que tampoco quiero olvidar la opción de instalar un sofisticado equipo de infoentretenimiento, que incluye un navegador que se escucha, se ve y se maneja con una eficacia inusual en un dispositivo de este estilo para moto.
Al hilo de esta cuestión, me ha llamado la atención lo que gustan en Portugal las Harley. Supongo que quizá puede ser porque están menos popularizadas aún que en España, pero lo cierto es que varios camioneros me han facilitado el adelantamiento al verme llegar, otros me hacían ráfagas o tocaban el claxon al cruzarnos y en los pueblos, incluso en Lisboa, muchos giraban la cabeza al paso de la Street Glide, levantaban el pulgar de una mano o hasta aplaudían… Otra ventaja de conducir un motón.
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