Un adelanto del automóvil del futuro según Audi, con dos prioridades: conducción autónoma y electrificación. Y eso incluye soluciones avanzadas, como el piloto automático para atascos, que está ya listo, pero no se incluye porque la legislación española no permite que un coche conduzca solo. Son aspectos destacados del nuevo Audi A8, que llegará a mitad de noviembre desde 97.500 euros.
La cuarta generación del Audi A8 tiene dos versiones, una corta de 5,13 metros de longitud y otra larga de 5,34 metros. Es un coche muy grande pensado más para China y EE UU, pero lo importante es que sirve de escaparate para mostrar el arsenal tecnológico de Audi, que va a liderar la electrificación y la conducción autónoma en el grupo Volkswagen: «Las empresas que no apuesten por la sostenibilidad no sobrevivirán, porque hay una gran demanda de la sociedad», declaraba a EL PAÍS Rupert Stadler, su presidente. Y añadía: «Necesitamos una legislación consistente en Europa para implementar la conducción autónoma y reducir los accidentes, que en un 90% se deben a fallos humanos».
El nuevo Audi reúne una imagen imponente de rasgos clásicos y detalles vanguardistas. Unos están a la vista, como los faros delanteros Matrix LED, que giran en las curvas sin mover las ópticas, con impulsos electrónicos. Otros van ocultos, como una carrocería de materiales ligeros como aluminio, fibra de carbono y magnesio, para reducir el peso.
En el interior sucede lo mismo, porque es un palacio rodante que permite disfrutar de avances como una pantalla táctil donde basta dibujar con el dedo la primera letra de cada función para acceder a accesorios como el navegador y elegir las rutas. Y puede añadir extras como unas grandes butacas traseras reclinables. En el aspecto dinámico equipa dirección a las cuatro ruedas para mejorar la agilidad y suspensión activa AI (inteligencia artificial), que adapta los reglajes para optimizar el confort o la deportividad.
Los motores del A8 adoptan un sistema de hibridación ligera (MHEV) que permite circular en modo eléctrico hasta 160 km/h aprovechando las inercias y baja 0,7 litros el consumo. La gama incluye por ahora un 3.0 V6 TDi diésel de 286 CV (97.500 euros) y un 3.0 TFSi de gasolina y 340 CV (aún sin precio). En 2018 llegarán los 4.0 TDi, 6.0 W12 y un híbrido enchufable, todos con tracción Quattro. Junto con el piloto para atascos, que se espera legalizar en 2018, podrá incluir también el aparcamiento remoto desde fuera del coche (con el smartphone).
Tiempo libre en los atascos
La gran novedad del Audi A8 es el asistente de conducción en atascos (A1 Traffic Jam Pilot), un piloto automático para las caravanas que se forman en las autopistas: solo funciona hasta 60 km/h siempre que haya mediana de separación entre los carriles de ambos sentidos. Se activa pulsando un botón con las siglas AI (inteligencia artificial) que ilumina en verde el centro de la instrumentación si está operativo. Y a partir de ahí el coche acelera, frena y gira el volante solo.
El conductor debe seguir en su puesto por si le pide que retome los mandos, pero queda liberado para hacer lo que quiera: leer, ver una película o trabajar en el ordenador. Otra primicia es que al ser una función de conducción autónoma nivel 3, tiene la seguridad garantizada: en caso de accidente, libera de responsabilidad al conductor y la asume el fabricante.
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