El Citroën C3 Aircross es el nuevo modelo de SUV compacto que Citroën ofrece por un precio a partir de 14.000 euros y hasta los 21.400 en su versión más cara. Ya se admiten pedidos y estará disponible para su entrega en los concesionarios desde mediados de octubre. En su lanzamiento, los primeros 200 clientes que lo deseen podrán adquirir una edición limitada y numerada. Personalizada con los colores gris y naranja, incorpora una mayor dotación en su equipo y tiene un precio especial de lanzamiento de 16.990 euros.
El Citroën C3 Aircross está fabricado en Zaragoza, en la planta Opel de Figueruelas, y es el primer producto comercial resultante de la adquisición de la marca alemana por parte de la francesa. Desarrollado en paralelo junto al Opel Crossland X, el C3 Aircross da un paso más en el ámbito de los pequeños crossover urbanos, que Citroën ya ha explorado desde 2014, aunque de forma más tímida, con su minimalista C4 Cactus.
De hecho, el C3 Aircross reinventa dentro de la marca el coche familiar de tamaño compacto, antes representado por el monovolumen Picasso al que sustituye, y con ello Citroën se pasa a la generalizada tendencia todocamino que impera en este tipo de automóviles. El C3 Aircross llega para enfrentarse a los ya existentes SUV polivalentes como son los Renault Captur (líder de su clase), Peugeot 2008, Seat Arona, Fiat 500 X, Jeep Renegade, Nissan Juke, Mazda CX-3 o a su propio hermano en la cadena de montaje Opel Crossland X. A este nutrido grupo, que conforman el segmento más competido del mercado, se sumarán en breve otros importantes rivales de procedencia coreana: Kia Stonic y Hyundai Kona.
Lo primero que transmite el C3 Aircross durante la presentación dinámica es una diferencia radical con el recientemente puesto al día C3, modelo de cuya plataforma deriva. En su declinación Aircross presenta una inequívoca declaración de intenciones: distancia libre al suelo de 17,5 cm (2,5 mayor que la del C3), carrocería elevada (1,64 m con barras de transporte), ruedas grandes (de 16 o 17 pulgadas), protecciones de carrocería delante y detrás y una serie de detalles muy originales como por ejemplo el efecto persiana de las ventanillas posteriores.
Todo ello contenido en una longitud compacta de 4,15 m y que da al Citroën C3 Aircross un aspecto bastante cúbico, quizá no demasiado elegante pero que transmite robustez y ofrece una sobresaliente habitabilidad, características éstas primordiales para un buen coche de uso familiar.
Citroën anuncia el C3 Aircross como el SUV de interior más grande en su clase, gracias a sus 410 litros de maletero ampliables hasta 520 abatiendo los respaldos y a una buena modularidad de los asientos (deslizante el posterior) que permite transportar objetos de hasta 2,40 m de largo. Vistoso diseño, buen acabado en general (excepto algún plástico de inferior calidad en el salpicadero) y un gran techo panorámico practicable que se ofrece como opción por 900 euros, aportan un interior acogedor y especialmente luminoso.
La posición al volante, elevada sobre la carretera y fácilmente regulable, es cómoda y aporta una excelente visión periférica. En las restantes plazas, los ocupantes disponen de buena habitabilidad, reseñable especialmente en las traseras donde el espacio para las piernas y la altura al techo permiten viajar sin agobios durante largos recorridos a tres niños o dos adultos.
Un exigente recorrido de prueba, realizado en un itinerario con muchas curvas y sobre diferentes calidades de asfalto han puesto claramente de manifiesto sus dos principales cualidades dinámicas. La primera es una excelente manejabilidad que incluso sorprendente, ya que la altura del C3 Aircross y sus cúbicas proporciones nos hacen pensar en un coche más pesado y grande de lo que es en realidad.
En ciudad o carretera se conduce y reacciona como cabría esperar de cualquier modelo compacto tradicional, a lo que ayuda también la dirección, que es suave y precisa. Los límites dinámicos llegarán más por la adherencia en seco de los neumáticos “todo tiempo” que equipan al Citroën C3 Aircross con objeto de complementar la eficacia del sistema Grip Control y sus aptitudes sobre firmes de baja adherencia. En contrapartida, cuando el clima o el camino se complican, estos neumáticos del tipo “M+S” serán más que bienvenidos.
Otra característica que sobresale en la dinámica del Citroën C3 Aircross es su acertada puesta a punto en cuanto a suspensiones. Transmiten mucha comodidad al interior gracias a un buen filtrado de los baches y a la vez aportan la correcta firmeza para evitar indeseables balanceos en carreteras sinuosas. El correcto trabajo de la amortiguación y una eficaz insonorización mecánica, incluso en la versión de motor diésel, elevan significativamente la nota de comodidad de marcha del pequeño SUV. A velocidades elevadas se escucha algún ruido aerodinámico, pero no llega a ser suficiente para enturbiar la sensación general de comodidad.
Sin ser un 4×4, el Citroën C3 Aircross ofrece la posibilidad de abandonar el asfalto con garantías de no quedarse atascado a las primeras de cambio. Para ello es posible optar por el pack Grip Control (1.000 euros y asociado a las llantas de 17 pulgadas con los ya mencionados neumáticos “M+S”) que regula de forma automática la motricidad de las ruedas delanteras sobre superficies deslizantes y en el que pueden seleccionarse cinco modos diferentes de actuación según el tipo de terreno sobre el que rodemos.
También incluye otro sistema electrónico que permite descender fuertes pendientes sin necesidad de que el conductor actúe sobre los frenos. El resultado sobre terrenos inestables como arena o barro no deja de sorprender pues el Citroën C3 Aircross es capaz de salir airoso de atolladeros donde sin él ni osaríamos aventurarnos.
La oferta de motores es ya conocida en otras gamas Citroën y plantea tres de gasolina 1.2 PureTech, de 82, 110 ó 130 CV y dos diésel 1.6 BlueHDi de 100 ó 120 CV, todos con caja de cambios manual de seis velocidades excepto el PureTech 110 CV que también se ofrece con transmisión automática.
Los niveles de acabados por su parte son tres, llamados Live, Feel y Shine, que a su vez se pueden alternar con una amplísima combinación de 85 colores de carrocería diferentes y cuatro packs de acabado exterior. En el interior, también pueden elegirse entre cuatro ambientes conformados por distintos guarnecidos y tapicerías.
Los equipamientos tecnológicos disponibles son muy variados y avanzados: acceso y arranque sin llave, Head Up Display que proyecta la información ante la vista del conductor, cámara de visión trasera 180º, asistente de aparcamiento en línea o batería, frenado automático entre 5 y 85 km/h, alerta de cambio involuntario de carril, sistema de vigilancia de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico con limitador de la velocidad, faros automáticos, alerta de fatiga del conductor, indicador de descanso recomendado o el ya citado Grip Control con asistente para bajar fuertes pendientes incluido.
Tampoco se ha olvidado la conectividad en el equipamiento del Citroën C3 Aircross, que puede incorporar recarga de smartphone por inducción, función Mirror Screen para duplicar el móvil en la pantalla multimedia táctil de 7 pulgadas, navegador en 3D ConnectNav con reconocimiento por voz y sistema de llamada automática de emergencia Connect Box.
Precios recomendados
PureTech 82 LIVE: 14.000 €
BlueHDi 100 LIVE: 16.350 €
PureTech 82 FEEL: 15.500 €
PureTech 110 S&S FEEL: 16.900 €
PureTech 130 S&S FEEL: 17.600 €
BlueHDi 100 FEEL: 17.850 €
BlueHDi 120 S&S FEEL: 18.900 €
PureTech 110 S&S SHINE: 19.400 €
PureTech 110 S&S EAT6 SHINE: 20.700 €
PureTech 130 S&S SHINE: 20.100 €
BlueHDi 100 SHINE: 20.350 €
BlueHDi 120 S&S SHINE: 21.400 €
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