La olímpica Simone Biles ha vuelto con más fuerza que nunca a la competición en París. Allá donde vaya, causa admiración y arranca ovaciones con sus ejecuciones de gimnasia artística. En estos Juegos Olímpicos, se ha llevado tres oros y una plata.
No es de extrañar que su vida cause interés. Entre propiedades y su sueldo como atleta, se estima que la fortuna de Simone Biles está en 20 millones de dólares (más de 18 millones de euros al cmbio actual). Entre sus activos y bienes, también se cuentan los coches.
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El gusto de Simone Biles por los coches tiende hacia los vehículos de gran tamaño. En ocasiones y en fotografías que ella misma ha compartido, se le ha visto a bordo de un Range Rover Sport blanco, llevando incluso zapatos a juego.
Una de las últimas imágenes que se ha visto de la atleta es subiendo a bordo de un Mercedes Clase G negro, un coche cuyo precio parte de los casi 150.000 euros. Como confirmó en una entrevista, el interior es rojo y la pintura exterior, mate. Es curioso verla al lado de la puerta del conductor, con su 1,42 metros altura. El G-Wagon mide más de 1,9 metros.
“¡Saludad a Tiff!”
Otro coche del que Biles ha presumido en redes sociales es un Range Rover Evoque descapotable, después de haber comentado varias veces su ‘obsesión’ por tener un vehículo convertible. De hecho, le puso hasta nombre: Tiff.
Otro coche que se han visto cerca de las manos de Simone Biles ha sido un Dodge Challenger negro, con el que también ha posado para alguna fotografía. Además, también compró hace un tiempo un Mercedes-Benz Clase C como regalo de Navidad para su madre.
Por último, en una publicación de Instagram de Simone Biles se le puede ver posando delante de un coche que parece un Rolls-Royce Cullinan, del que no se tiene registro que esté en el garaje de la atleta. Siendo una foto de la celebración de su cumpleaños, puede que sea de alquiler… O de su marido, el jugador de fútbol americano profesional Jonathan Owens, de los Green Bay Packers.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.