El último retador. Se llama QX30, es la versión campera del Q30 y la propuesta de Infiniti para competir con los SUV de tamaño medio más exclusivos, como el Range Rover Evoque o los BMW X1 y Mercedes GLA, con quien comparte chasis, mecánica y otros elementos. Se vende desde 39.990 euros, 33.900 con descuento de lanzamiento.
Infiniti es la marca exclusiva que está construyendo Nissan para competir con los fabricantes de prestigio. Su gama se centra en grandes berlinas y todoterrenos con ventas testimoniales, aunque en continuo crecimiento. Y la saga Q30/QX30, su alternativa a los Audi A3 o BMW Serie 1 europeos, es la herramienta para ampliar y popularizar su clientela.
Lo mejor de Infiniti es que ha aprobado con nota una de las asignaturas más difíciles en su carrera hacia la exclusividad: lograr un diseño distintivo con clase y personalidad propias. Y se aprecia en el QX30, que presenta un rostro con mucho carácter, rasgos marcados y originales, y una silueta y estilo inconfundibles que fusionan con gusto elegancia y dinamismo.
En el interior sucede igual, con una presentación atractiva y refinada, aunque menos original: comparte el salpicadero del Mercedes GLA. Pero añade una habitabilidad correcta y un buen maletero (430 litros). Y la conducción está a la altura, con un tacto exquisito y un compromiso logrado entre estabilidad y confort. En cambio, la oferta mecánica se queda corta: el QX30 solo se vende con un 2.2 turbodiésel de Mercedes de 170 CV, cambio 7DCT (siete marchas) y tracción 4×4, que anuncia 4,9 litros de consumo.
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