El Maserati Ghibli ha presentado su nueva actualización en Chengdu Motor Show 2017, una puesta al día que cambia el concepto del modelo y lo acerca a la línea establecida hace unos meses por el Quattroporte: Maserati elimina sus acabados tradicionales (Luxury y Sport) y los reemplaza por dos variantes que refuerzan facetas distintas del modelo, GranLusso y GranSport.
La primera apuesta por el lujo y la elegancia, algo que queda patente en los elementos específicos exteriores y en la presencia de seda en el habitáculo. La segunda remarca su deportividad con elementos más agresivos en la carrocería y detalles en el interior como apliques de fibra de carbono. Ambas están disponibles para los cuatro motores del modelo y además suponen la inclusión de faros LED adaptativos.
El sistema de la dirección también cambia, pasando de la hidráulica anterior a una electromecánica, y se estrena el Integrated Vehicle Control (IVC), una función del ESP que mejora el comportamiento del vehículo. Entre los asistentes de conducción que incorpora el Maserati Ghibli se encuentran el control de crucero, el reconocimiento de señales, el mantenimiento de carril y el avisador de ángulo muerto.
Bajo el capó de los Maserati Ghibli S y S Q4 se esconde el mismo motor, un bloque 3.0 V6 biturbo de origen Ferrari, aunque con ligeros ajustes para incrementar su potencia hasta los 430 CV (20 más que antes) y su par máximo hasta los 580 Nm (30 más).
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