La seguridad pasiva ha sido uno de los mayores avances en la industria de la automoción. Gracias a los sistemas que salvaguardan a los ocupantes de los vehículos, las secuelas graves de los accidentes han ido reduciéndose. Los automóviles actuales son mucho más seguros que los de hace una década.
Sin embargo, a pesar de las mejoras en los sistemas de seguridad, en ocasiones las consecuencias que sufren los ocupantes tras un accidente dependen de la suerte o las malas decisiones.
Un pequeño objeto cotidiano, de hecho, puede desencadenar una tragedia. Es el mensaje que lanza una joven universitaria británica, que ha vivido para contarlo después de un grave accidente. Esta mujer pide a los conductores que no usen un complemento para el pelo mientras conducen al volante, y su alegato ha dado la vuelta al mundo.
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Una pinza para el pelo, casi mortal
Jeena Panesar, joven alumna de la Universidad de Derby, volvió a nacer tras el infortunado accidente de coche que sufrió en enero de 2023. Una vez recuperada de sus lesiones, ha recordado la traumática experiencia vivida y ha contado que una pinza para el pelo –tan habitual en los estilismos femeninos– casi acaba con su vida.
Los médicos del Queen’s Medical Center de Nottingham confirmaron que sufrió un corte de 30 centímetros de longitud desde la ceja izquierda hasta la nuca, que casi acaba con su vida, por culpa de la pinza para el pelo que llevaba puesta en el momento del accidente.
Luego de sufrir la colisión, ha querido dar a conocer el riesgo de conducir con una pinza para el pelo: “Quiero aconsejar a las personas que se quiten las pinzas para el cabello antes de conducir, porque me preocupa que pueda pasarle a otra persona. Tuve mucha suerte, pero no quiero que nadie más corra el riesgo”, agregó.
La secuencia del accidente
La propia Panesar recordó así el accidente: “Cuando salí del trabajo había un poco de niebla, pero de repente se volvió muy espesa y la visibilidad era escasa. Sentí que el neumático se hundía en lo que pensé que era un bache, pero la Policía más tarde me dijo que era una zanja”.
“Inmediatamente apareció una curva. Traté de frenar y hacer el giro a tiempo; aun así, perdí el control del coche y se deslizó hacia el otro lado de la carretera. Creo que golpeé un árbol, lo que hizo que el coche volcara. La Policía comentó que se arrastró 50 metros por el asfalto”, dijo.
En un principio se desmayó, pero recuperó la conciencia consiguiendo abandonar el vehículo por una ventanilla rota. Un conductor la socorrió antes de la llegada de los servicios de emergencia que la trasladaron en estado grave al mencionado hospital de Nottingham.
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