Viajar en moto es mucho más que simplemente viajar. Lo saben aquéllos que utilizan este vehículo para descubrir destinos fascinantes y es la razón por la que se ha generado una auténtica pasión al respecto. La integración con el paisaje, la experiencia en la carretera, la exposición a las inclemencias meteorológicas, el acceso a lugares remotos, la sensación de libertad… Todo contribuye a que el turismo sobre dos ruedas sea mucho más que una moda pasajera puesto que, muy al contrario, en algunos países como España disfruta de una etapa de esplendor inédita hasta el momento.
El incremento en la edad media de los usuarios de motocicleta (así lo indican las estadísticas) coloca a este colectivo en un nuevo contexto. Un perfil de usuario con un mayor poder adquisitivo que le permite acceder a motos especialmente preparadas para las grandes rutas y plantearse viajes ambiciosos con mayor holgura económica. Pero sobre todo, deseosos de vivir experiencias intensas, descubrir parajes impresionantes y conocer culturas diferentes. Y lo cierto es que los destinos posibles son tantos como variados, el mundo entero aguarda con propuestas que parecen ideales para disfrutar al manillar de una moto.
España está reconocida internacionalmente como un lugar ideal para esta actividad. Sin salir del país aparecen posibilidades merecedoras del beneplácito de los más exigentes, desde los Pirineos a la Sierra de Grazalema, de la costa mediterránea a las dehesas extremeñas. Sin embargo, viajar también es una invitación a compartir vivencias con otras gentes y diferentes costumbres, momento en el que entran en juego las rutas más lejanas que todo motorista sueña con recorrer algún día. Y las siguientes a buen seguro figuran en el ideario de cualquier buen moto viajero.
La Ruta 66 (Estados Unidos)
Conocida como «La carretera madre» (The mother road), la legendaria Ruta 66 es uno de los destinos anhelados por motoristas de todo el mundo. Se creó a mediados de los años 20 del pasado siglo para facilitar los movimientos migratorios entre ambas costas de Estados Unidos, en concreto desde Chicago hasta Los Ángeles y recorriendo los estados de Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California.
Algo más de 4.000 kilómetros que no destacan especialmente por la dificultad de sus carreteras (las interminables rectas son algo más que un tópico en la cinematografía americana) pero que permiten conocer la diversidad de un país tan inmenso como Estados Unidos, desde las grandes urbes a pueblos prácticamente abandonados pasando por las enormes extensiones ganaderas de Texas o los áridos paisajes de Arizona.
Lo más frecuente es completar el periplo al manillar de una moto al estilo made in USA, una Harley-Davidson o una Indian, adaptadas a la conducción en este tipo de trazados y cómodas para un viaje que exige, como mínimo, dos semanas de dedicación para completarlo de costa a costa. Además, es habitual realizar desvíos de la ruta original para visitar lugares emblemáticos como el Gran Cañón, Las Vegas o Death Valley.
Más información: route66experience.eu
Cabo Norte (Noruega)
Es la interpretación más aproximada que hacen los motoristas europeos al reto de llegar al fin de mundo. Concretando, a Nordkapp, el punto más septentrional del continente al que se puede acceder por carretera. Y si el origen del viaje es España, en el sur más opuesto, el viaje se convierte en algo único por su exigencia. En ese caso es necesario atravesar Francia, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega para completar casi 12.000 kilómetros… sólo de ida.
Con todo, es fácil adivinar que las variantes son casi tantas como viajeros, aunque en cualquier caso lo recomendable es realizar la ruta en los meses estivales y dedicarle el mayor tiempo posible (un mes es lo que calculan los expertos). Algunos operadores turísticos ofrecen el servicio de transporte de la moto a un punto de aproximación o el retorno de la misma al origen una vez realizada la gesta, lo importante es encontrar la fórmula que mejor se adapte a cada uno de aquéllos que anhelan completar esta aventura única.
Más información: 30mps.com
Marruecos
Dentro de los destinos que se pueden catalogar como exóticos, Marruecos es el más cercano para los europeos. Un ferry para cruzar desde Tarifa el estrecho de Gibraltar y el motorista se ve envuelto por un paisaje y una cultura que distan mucho de sus referencias habituales. Desde ese instante, las posibilidades son inagotables y entre ellas se incluyen las rutas fuera del asfalto, por pistas que apuntan al infinito o dunas que parecen dispuestas a engullir a quienes osen adentrarse en ellas. Un país de contrastes capaz de satisfacer cualquier preferencia: su costa atlántica, el impresionante macizo del Atlas, desiertos amenazantes, ciudades mágicas como Marrakech y Rabat o familias viviendo en cuevas sin apenas cambios desde varios siglos atrás.
Una semana se antoja el periodo mínimo para saborear tanta riqueza y tantos lugares extraordinarios. A partir de ahí, Marruecos ofrece un abanico de posibilidades suficiente para dedicarle cuanto tiempo se desee… o repetir en nuevas visitas.
Más información: elpaisviajes.com
Transpirenaica (España)
Numerosas son las opciones dentro de España con las que el viajero no se verá defraudado. De entre todas, la que quizá aparezca con más frecuencia entre las preferencias de los motoristas es la Transpirenaica, un recorrido a través de este imponente macizo montañoso cargado de alicientes paisajísticos y ruteros. Diversas son las posibilidades y las variantes que se plantean, casi siempre con el objetivo de atravesar, en uno u otro sentido, los Pirineos entre Cataluña y el País Vasco, uniendo al mismo tiempo el mar Mediterráneo con el Cantábrico.
La ruta permite incluso incursiones fuera de carretera para los amantes del off road, los conductores de motos de tipo trail. En uno u otro caso, lo que queda garantizado en sus más de 800 kilómetros es un festival de cumbres, tradición, gastronomía y cultura. Realizarla al completo y sin demasiadas complicaciones exige al menos de una semana.
Más información: hispania-tours.es
Kenia
La ecuación tiene una resolución sencilla: un país fascinante recorrido sobre una moto sólo puede traducirse en gozo absoluto. Es lo que ofrecen empresas especializadas en viajes a un destino tan ambicionado por viajeros de todo tipo y en el que los motoristas no podían ser una excepción. Por carretera o fuera de ella, los encantos naturales de Kenia adquieren una nueva dimensión al descubrirlos sobre dos ruedas. Un contacto mucho más directo con esa naturaleza desbordante y una cultura tan distinta a la occidental merece que al menos se le dedique de 10 a 15 días, entre otras razones porque resulta lo más ventajoso para amortizar el coste del desplazamiento aéreo.
Más información: gustavocuervo.es
India
Poco se puede decir de un viaje a través de la India que no sea presumible de antemano. Un destino realmente único, cargado de contrastes, aromas penetrantes y una cultura que tanto puede sorprender al visitante. Hasta hace no demasiado resultaba realmente complicado acometer aventuras en moto en un país tan complejo, pero últimamente han surgido las empresas que ofrecen servicios muy completos para sus clientes, incluyendo guías expertos en la zona y el alquiler obligado de una motocicleta, por lo general las clásicas Royal Enfield, ideales por su robustez y facilidad de reparación en caso de necesidad. Por lo lejano del destino es recomendable emplear en el periplo entre 10 y 15 días, siendo además variados los recorridos posibles por diferentes zonas de tan extenso país (incluyendo la fascinación del Himalaya).
Más información: indiaenmoto.com
Los Alpes (Suiza, Francia e Italia)
Un paraíso para los amantes de las curvas y los paisajes de belleza exultante. Cualquiera de las carreteras alpinas de Francia, Suiza o Italia ofrece posibilidades infinitas en los recorridos más exigentes para los grandes ruteros. La proximidad con España convierte en muy accesible a este enorme sistema montañoso, además de encontrarse perfectamente dotado de infraestructuras para satisfacer las necesidades de los viajeros. Lógicamente, los meses de primavera y verano son los más indicados para recorrer los Alpes, mientras que el tiempo necesario dependerá de lo ambicioso del periplo que se plantee el motorista, pero con una semana o diez días puede ser suficiente para empaparse de este majestuoso escenario.
Más información: travelbike.eu
Ruta 40 (Argentina)
La Ruta 40 es a Argentina lo que la Ruta 66 a Estados Unidos. Un recorrido de 5.000 kilómetros de punta a punta del país, desde el Cabo Vírgenes en la provincia de Santa Cruz hasta La Quiaca, en la provincia de Jujuy, ya lindando con Bolivia. Lo adecuado para recorrerla es una moto de tipo trail, capaz de circular sin mayores complicaciones por tramos en los que la gravilla toma el relevo del asfalto. Un viaje por la 40 ofrece una visión completísima de la realidad de un país tan variopinto, con la ventaja añadida del idioma para los motoristas de habla hispana. El tiempo que exige completarla puede variar según el ritmo de quien lo haga, pero menos de dos semanas es insuficiente para disfrutar en su justa medida de otro viaje épico.
Más información: rentamoto.com.ar
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