No son económicos. Los cuatro modelos de esta prueba acusan el sobreprecio de su mecánica híbrida, pero con diferencias. Los dos microhíbridos son más sencillos y baratos, con ventaja del Mazda CX-30, que cuesta 26.425 euros, frente a 30.665 del Hyundai Tucson, que sube también por su mecánica diésel. El Toyota RAV4 y el Honda CR-V son más grandes, cuestan casi igual y suben a 33.000 y 33.050, respectivamente. (Todos los precios incluyen descuentos, pero sin primas por financiar con la marca).
El equipo de serie es correcto, pero sin alardes para lo que cuestan. Aparte de la dotación de seguridad, muy completa en el Mazda, todos vienen con climatizador bizona (monozona en el Honda), control de velocidad, equipo de música con radio, conexiones bluetooth, USB y mandos en el volante, pantalla táctil (7 pulgadas en el Honda, 8 en el Toyota y el Hyundai, y 8,8 en el Mazda), ordenador de viaje, botón de arranque, sensor de faros, retrovisores eléctricos y llantas de 18 pulgadas (19 en el Hyundai).
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Salvo el Honda, los demás incluyen respaldos traseros regulables, cámara para aparcar, sensor de lluvia, retrovisores con plegado eléctrico, modos de conducción a elegir (tampoco el Hyundai) y acceso sin llave (salvo el Toyota). Y el RAV4 y el Tucson suman el cargador inalámbrico. Además, este último y el CX-30 vienen con navegador, conexiones Apple Car Play y Android para el móvil, y el Mazda añade el portón con apertura eléctrica.
Pero el más completo es el Hyundai, que suma la tapicería de cuero y Alcántara, y la mejor garantía, cinco años sin límite de kilómetros, como el Honda, frente a tres años o 100.000 km del Toyota y el Mazda.
En cuanto al equipo de seguridad, todos incluyen seis airbags, ABS, ESP y sensor de presión de ruedas. Y otros extras como mantenimiento automático del carril, lector de señales y gestor de luz de carretera. Además, salvo el Hyundai, llevan frenada automática de emergencia en ciudad, radar antichoque ACC y llamada de emergencia en accidentes.
El Mazda y el Toyota suman un airbag de rodilla (conductor) y proyección de información en el parabrisas. Pero el más completo es el CX-30, que añade sensor de fatiga, aviso de vehículo en ángulo muerto y alerta de tráfico trasero (avisa al desaparcar en batería). Por último, el Mazda y el Hyundai pesan menos y ofrecen un comportamiento en curva más ágil que transmite más seguridad.
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