Cada año, siempre que las circunstancias y la economía lo permiten, agoto mis vacaciones con un paréntesis laboral previo al inicio de la temporada de competición. En marzo arrancan los mundiales de Fórmula 1 y MotoGP, así que en el AS las cosas se complican y hasta que finalizan en noviembre la exigencia se multiplica exponencialmente. Por eso intento recargar las pilas con algún viaje que me permita desconectar realmente y este año he elegido Marruecos como destino… pero siempre motorizado, por supuesto.
Me fascina nuestro vecino país del norte de África, que he tenido oportunidad de visitar en varias ocasiones por motivos de trabajo o de ocio. No por ello soy, ni muchísimo menos, un especialista en su realidad, me queda tanto por descubrir que ha sido lo que me ha animado a poner rumbo hacia allí al volante de un automóvil. Será una semana en la que espero recorrer más de cinco mil kilómetros, todos en Marruecos excepto el obligatorio desplazamiento hasta Tarifa, puerto de embarque para atravesar el Estrecho. Mi pequeña aventura particular, sin más ambición que la señalada de descansar, es posible gracias a la cortesía de Hyundai España, que me ha cedido un magnífico Santa Fe para la ocasión. No se trata de un todoterreno puro, su planteamiento está más próximo al de un todocamino, pero tiene cualidades sobradas para un reto como el que me planteo, sin olvidar su confort y prestaciones (roza los 200 CV de potencia) en carretera, que será parte importante del desplazamiento.
No pretendo dar, faltaría más, ningún carácter épico o extraordinario a un simple viaje de turismo. Sin embargo, son bastantes los que a menudo me han preguntado sobre este tipo de aventurillas, tanto en coche como en moto, así que a mi regreso os contaré cómo ha ido todo, por si pudiera resultar del interés de aquéllos que puedan estar planificando algo similar. Especialmente porque voy a contar con la ayuda de un anfitrión que sí es un auténtico experto en el país, en grandes aventuras y en la práctica del todoterreno, sobre dos y cuatro ruedas: Juan Antonio Muñoz. Lleva treinta años viajando por todo el mundo y su pasión por África le llevó a afincarse en Marruecos, donde regenta unos establecimientos hoteleros muy especiales (altamente recomendables, si me permitís el consejo) y sigue organizando pruebas de orientación, como este año la Explorers Cup. Sin duda, más por su valiosa aportación que por la modesta que pueda hacer yo creo que mi experiencia de estos días puede servir de ayuda para algunos de vosotros.
Así que aquí tendréis esas andanzas a mi regreso…
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