En realidad se llama ‘El Rincón de Barrachina’. Pero me he tomado la licencia de rebautizar a este auténtico paraíso para los amantes del off road, ubicado en la localidad turolense que sirve para darle nombre. Barrachina está a una quincena de kilómetros de Calamocha, el centro neurálgico de la zona, y allí se ha instalado un establecimiento especialmente diseñado para los aficionados a la práctica del todoterreno, ya sea en coche, en moto y, por supuesto, en bicicleta de montaña. No es este blog un espacio dedicado a la crítica turística ni tampoco hostelera, pero me parece que dar a conocer este hotel rural puede resultar de interés para muchos de los que habitualmente os pasáis por aquí (lo que no podré agradecer nunca lo suficiente, aprovecho para decir).
Al frente de ‘El Rincón de Barrachina’ se encuentra Javier Vicente, que no sólo es un gran conocedor de los más asombrosos parajes de Aragón sino también un consumado experto del 4×4. La combinación de ambas cualidades le convierte en un anfitrión ideal si lo que queremos es disfrutar de la zona sobre un todoterreno o una moto de enduro o trail. Nos puede orientar sobre los lugares a visitar, proponernos recorridos dependiendo de nuestras preferencias e incluso facilitarnos rutómetros muy detallados y completos para realizar esas rutas en caso de que vayamos en coche.
La comarca de Jiloca, que así se denomina esta región, es abrupta, de enorme belleza y muy poco poblada. Cuenta con miles de kilómetros (no es una exageración) de caminos por los que circular sin ningún problema y lejos de cualquier núcleo habitado, con lo que difícilmente molestaremos a otros… porque quizá no nos encontremos con nadie durante horas. Las pistas y senderos son muy variados, desde sencillos caminos vecinales a ramblas de ríos secos, pasando por trochas pedregosas o trialeras capaces de poner a prueba a los más avezados. Compleja labor encontrar en otros lugares semejante oferta para la diversión y el disfrute, donde cada uno puede marcarse sus límites e integrarse en la naturaleza de una forma que a los que vivimos en zonas mucho más pobladas nos parece increíble.
‘El Rincón de Barrachina’ ofrece alojamiento en habitaciones dobles o cabañas independientes de hasta seis plazas. Unas y otras perfectamente cuidadas y limpias, decoradas con sencillez pero con buen gusto, acogedoras y en las que la tranquilidad del descanso está garantizada. Los precios son muy asequibles (desde 40 euros las de uso individual) y las habitaciones incluyen un completo desayuno, además de la posibilidad de comer o cenar en el propio establecimiento si lo programamos con la gerencia. Como complemento a la propia estancia, Javier dispone de zonas especialmente habilitadas en su recinto para la práctica del off road, incluyendo un circuito de velocidad en tierra impresionante, de nada menos que cinco kilómetros de cuerda (algunos equipos de competición lo eligen para sus entrenamientos).
En definitiva, después de pasar unos días estupendos en ‘El Rincón de Barrachina’ no he tenido duda alguna en que debía poner mi granito de arena a su difusión y, sobre todo, recomendarlo encarecidamente convencido que de las garantías que ofrece son sobradas para satisfacer incluso a los más exigentes aficionados al off road. Un hotel con encanto ubicado en una zona privilegiada y regentado además por un equipo de profesionales tan cualificado como amable, todo a unos precios razonables. ¿Se puede pedir algo más? Sí, tiempo para poder disfrutarlo…
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