Corren buenos tiempos para aquellos que se quieren iniciar en el mundo de las dos ruedas. La instauración del carné A2 ha propiciado la llegada de una cantidad enorme de modelos adaptados a la normativa, configurando una variedad nunca vista en la que prácticamente hay una moto para cada gusto. Honda, que ya tiene ejemplares de otros estilos, ha presentado la nueva Honda Rebel, que aspira a reeditar el éxito de su predecesora entre las custom.
Llama la atención su imagen, desprovista de todo artificio y centrada en lo esencial: un carenado inexistente, los elementos mecánicos pintados en negro, un depósito con una gran inclinación diagonal y los guardabarros a juego (se pueden elegir tres tonos, Millenium Red, Graphite Black y Matte Armored Silver Metallic).
Su conducción de moto de acceso queda patente tanto en la parte ciclo como en la mecánica. No es un modelo muy grande (2.188 x 1.094 x 820 mm) ni excesivamente pesado (190 kilos), lo que sumado a una altura del asiento a 690 mm del suelo hace que sea manejable para cualquier tipo de piloto.
La Honda Rebel tiene un chasis tubular tipo diamante, la suspensión delantera es telescópica convencional de 41 mm, la trasera cuenta con un amortiguador doble, calza llantas de 16 pulgadas y monta discos de freno de 264 mm en ambas ruedas, con una pinza de dos pistones delante y monopistón en la trasera.
Honda ha optado por darle vida con un motor bicilíndrico de 471 cc con refrigeración líquida, que desarrolla 45 CV y 44,6 Nm; un bloque holgado para circular por cualquier tramo, ya sea en ciudad o en carretera abierta, y que no demanda una conducción exigente.
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