Suiza ha dado un paso firme en su lucha contra la contaminación acústica, endureciendo las sanciones para los vehículos ruidosos. Desde enero de 2025, los conductores que generen ruido excesivo se enfrentarán a multas de hasta 10.000 francos suizos (10.657 euros al cambio de hoy), una medida que busca reducir el impacto negativo del ruido en la calidad de vida de los ciudadanos.
El gobierno suizo ha ampliado la lista de ruidos considerados evitables, incluyendo aquellos generados deliberadamente, como acelerones innecesarios o modificaciones técnicas en los vehículos (sistemas de escape no homologados). Además, se ha aumentado la multa por calentar o acelerar innecesariamente el motor de un vehículo parado, buscando disuadir comportamientos perjudiciales para el medioambiente y la tranquilidad de los ciudadanos.
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Radares para cazar a los culpables
Para garantizar el cumplimiento de estas nuevas normativas, Suiza ha implementado radares de ruido, un sistema eficaz que permite identificar y sancionar a los vehículos que exceden los límites de ruido permitidos. Estos radares, que ya han sido probados con éxito en el cantón de Ginebra, se suman a otras medidas tomadas por el país en su lucha contra la contaminación acústica, como la prohibición de circular por ciertas carreteras a las motocicletas ruidosas o campañas de concienciación para promover el uso de vehículos eléctricos.
Con estas medidas, Suiza se posiciona como uno de los líderes en la lucha contra la contaminación acústica, buscando proteger la salud y el bienestar de sus ciudadanos, así como preservar el entorno natural del país. Estas acciones del gobierno de la confederación helvética están siendo monitorizadas por otros países europeos que buscan reducir el impacto del ruido en sus ciudades y carreteras, ¿es España uno de ellos?
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