¿Dirías que estos coches son distintos entre sí? No estés tan seguro

El mismo coche con los logos cambiados, no hay más. Nació como la adaptación del kei car japonés Mitsubishi i, y se adaptó para convertirlo en un modelo 100% eléctrico. Son fácilmente reconocibles por sus proporciones, bastantes altos y estrechos.

Conocidos como el ‘trío tobaru’, surgieron como tres caras del mismo proyecto: crear un deportivo divertido, de propulsión trasera y precio “asequible”. El FR-S ha desaparecido (como su marca, Scion), pero del GT86 ya tiene prevista una nueva generación para 2019.

General Motors “duplicaba” sus modelos a un lado y otro del atlántico bajo dos marcas, Chevrolet y Opel. Cuando la primera llegó a Europa sus productos acabaron solapándose, lo que hizo que acabara dejando de comercializarse por estos lares. Trax y Mokka convivieron durante un tiempo, pero finalmente uno desapareció y el otro evolucionó al Mokka X actual.

Caso similar al anterior. La apuesta eléctrica del grupo tuvo dos caras distintas, pero era exactamente igual en sus entrañas. El concepto evolucionó hasta llegar a sus nuevas generaciones (en la siguiente imagen).

Abandonan el formato de berlina para convertirse en un híbrido entre compacto y monovolumen. También ha evolucionado su planta eléctrica, que homologa 500 kilómetros de autonomía.

Aprovecha la sinergia entre marcas del mismo grupo para abaratar costes y desarrollar nuevos modelos. Esta filosofía la encontramos en la gran mayoría de ejemplos de la lista. Para el Grupo VAG resultó en tres urbanitas que desde hace unos años circulan por nuestras ciudades.

En la generación previa eran prácticamente un calco unos de otros (sobre todo el Peugeot y el Citroën). Y aunque en la actual difieran más estéticamente (el Aygo es más agresivo y el 108 ha sustituido al 107), la base técnica es idéntica.

El Qashqai es un fenómeno superventas tal que todas las marcas quieren tener el suyo. Bastante tardó Renault, ya que existe una alianza entre ambas marcas, en lanzar su versión del mismo. Comparten plataforma y todo el apartado mecánico.

La misma alianza que sirvió a Renault para crear el Kadjar le valió para presentar el Koleos. La apuesta por los SUV de siete plazas parece firme en las marcas.

No lo parece, pero son casi el mismo coche: comparten plataforma, motores y diseño interior. Aunque uno tenga ciertos materiales de mejor calidad, decidirse entre ellos es casi cuestión de elegir por la estética que más guste.

Que su imagen diferenciada no engañe, utilizan la plataforma común del grupo, tienen unas dimensiones casi idénticas y utilizan los mismos motores. Obviamente, hay detalles que los diferencias, pero son prácticamente el mismo coche.