El 44% de padres españoles se declara a favor de instalar una caja negra en el coche de sus hijos como herramienta para controlar su comportamiento al volante. Así lo confirma un estudio realizado por Goodyear entre 6.800 cabezas de familia de 19 países diferentes. En el resto de Europa el porcentaje de aprobación resulta similar, con un 46% de promedio, aunque llama especialmente la atención el elevado nivel de conformidad que se registra en países como Italia y Polonia, con un 73% y 72%, respectivamente.
Según el estudio, la monitorización de la conducción podría reducir significativamente las conductas de riesgo, sobre todo en el caso de los más jóvenes, porque se podría comprobar a qué velocidad han circulado o qué maniobras han hecho. Para John Lepine, presidente de la Asociación Europea de Autoescuelas, el «uso voluntario de un sistema telemático [de control] ayuda a los jóvenes a cumplir las normas y les sirve para contenerse».
Algunas compañías de seguros ofrecen ya pólizas asociadas a sistemas de vigilancia, con cuotas variables que se adaptan al comportamiento del conductor: bajan si no comete infracciones, o suben e incluso provocan su expulsión si se aprecian imprudencias graves al volante.
El carné de conducir por grados es otra iniciativa que parece contar con un amplio respaldo por parte de los padres: el 43% de los españoles apoya la medida, y el 42% de media en Europa. Se trata de aplicar restricciones que se van eliminando a medida que el conductor novel gana experiencia, como por ejemplo, no permitir circular de noche o por autopista en las primeras etapas, y establecer una serie de criterios en cuanto al número y la edad de los pasajeros que puede llevar, entre otras cosas.
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