Que las carreras de drag, pese a su aparente simpleza, son una competición muy peligrosa, lo tenemos todos claro. Pero no por ello dejamos de sorprendernos cuando ocurren cosas como esta. El Lexus IS arranca bien, empieza a engranar marchas… pero cuando llega a tercera o cuarta el morro comienza a levantarse y el coche acaba saliendo volando por un lateral de la pista. El efecto es muy similar a lo que ocurre a las lanchas de velocidad.
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