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Pasa de ser un coche funcional centrado en el espacio y la economía, a un modelo atractivo con guiños a la sofisticación. El i20 2015, la nueva entrega del utilitario de Hyundai, supera en todo a su antecesor y es una propuesta mejor vestida y con una calidad de conjunto comparable a los modelos europeos de referencia (Ibiza, 208, Clio, Fiesta). Potencia su imagen y acabados, que transmiten ahora más empaque, y es uno de los vehículos más amplios de su tamaño. Y destaca también por su suavidad de conducción.
La mala noticia es que cuesta ya igual o más que la competencia: llegará en diciembre con tarifas desde 14.750 euros hasta 20.450. Al menos Hyundai ofrece entre 3.000 a 3.500 euros de descuento (PIVE incluido) y otros 1.000 más financiando la compra con la marca, lo que puede dejar el precio de acceso en 10.250 euros (1.2 85 CV Essence). En cuanto a la gama, primero saldrá la versión de cinco puertas y entre primavera y verano de 2015 la nueva de tres, que será más baja y tendrá línea casi de cupé.
La evolución de la carrocería y el interior es acusada y otorga al i20 un aire más aparente. Además, va acompañada de una habitabilidad generosa que potencia su sentido práctico: es más grande (mide 4,03 metros de largo) y ofrece un interior muy desahogado y el segundo mejor maletero entre los utilitarios (326 litros), solo por detrás del Fabia (330).
En marcha se aprecia también un claro paso adelante: tiene un tacto sedoso y se postula como uno de los utilitarios populares más cómodos. Rueda con finura y transmite un aplomo propio de un coche más grande, aunque tampoco descuida el dinamismo. En cambio, los motores son el aspecto menos convincente. Y es que muestran un rendimiento inferior al de sus rivales (relación entre prestaciones y consumo), no llevan Start&stop de serie (opcional) y la oferta se centra en propulsores pequeños, más adecuados para moverse por la ciudad y los alrededores que para viajar en autopista. Hay dos versiones de gasolina que acentúan la suavidad de marcha, 1.2 y 1.4, con 84 y 100 CV y consumos medios de 5,1 y 5,5 litros (14.750 y 17.700 euros). Y otros dos diésel que la reducen, 1.1 y 1.4 CRDi, con 75 y 90 CV y gastos de cuatro y 4,1 litros (16.450 y 17.050). Todos llevan cambio manual de seis marchas, salvo en el 1.2, que es de cinco. La oferta crecerá en verano de 2015 con un nuevo 1.0 turbo de 120 CV que aportará la respuesta más briosa de la gama.
Bien equipado, aunque con matices
La nueva generación del utilitario de Hyundai viene bien equipada en lo fundamental, pero con ciertos detalles importantes opcionales. Se ofrecen cuatro acabados: Essence, Klass, Tecno y Style. El primero recoge ya casi todo lo importante (control de estabilidad, seis airbags, aire acondicionado, USB, ordenador y radio), aunque para tener bluetooth hay que subir al Klass, que cuesta 1.000 euros más (desde 15.750 o 11.250 con promociones) y para montar llantas de aleación al Tecno, que implica otros 950 euros (desde 16.700 o 12.200). Estos dos elementos se pueden pedir como opción por separado, aunque sale más económico elegir la terminación completa.
El Klass reúne asimismo volante de cuero multifunción, sensor trasero de aparcamiento, alarma de salida del carril y un práctico soporte para smartphones que permite utilizar el teléfono como navegador, por ejemplo. El Tecno, por su parte, suma climatizador, retrovisores de plegado eléctrico y sensores de lluvia y luces.
Además, en marzo de 2015 se podrá disponer de un paquete que combina cámara de aparcamiento en el retrovisor interior y navegador integrado.
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