Teniendo en cuenta la cantidad de divisiones de personalización que han presentado últimamente las marcas premium del mundillo de la automoción, solo era cuestión de tiempo que algún afortunado (y rico) cliente solicitase un trabajo inspirado en algún modelo clásico de competición.
Ha sido Miles Nadal, empresario canadiense, el que ha pedido a la marca británica un P1 decorado con la reconocible combinación cromática de Gulf, que muchos recordamos vistiendo al mítico Ford GT. De esta manera el azul celeste es el tono principal de la carrocería, con el naranja cruzándola de manera longitudinal y dando color a elementos como el alerón, los bajos, el difusor o las pinzas de freno.
Pero la decoración exclusiva no se queda ahí, también se encuentra en el interior. A pesar de que en el habitáculo predomina el negro y la fibra de carbono, McLaren Special Operations ha sabido incorporar naranja y azul como colores de contraste y repartirlos de una manera vistosa y nada cargante. Así, en los asientos deportivos y el volante las costuras son naranjas, en éste los botones de DRS e IPAS son uno de cada tono y lo mismo ocurre con los controles de la zona central.
Nadal solo ha pedido un tratamiento estético y se ha “conformado” con la mecánica original del P1, un sistema híbrido de 918 CV formado por un motor V8 3.8 Twin Turbo y un bloque eléctrico.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.