Otro punto en contra de los coches eléctricos: se deprecian más que los demás

La pérdida de valor de un automóvil es casi inevitable, pero varía mucho en función del tipo de tecnología de propulsión que utilice.

Depreciación coches

Coches en una campa.

Excepto en casos muy especiales, como modelos de lujo de tiradas muy exclusivas, un coche empieza a perder valor conforme sale del concesionario. Además, es durante sus primeros años de vida cuando más se deprecia. Sin embargo, un informe llevado a cabo por GANVAM-DAT demuestra que no a todos los automóviles les afecta en la misma medida.

Se han analizado los coches del mercado de segunda mano en función de la tecnología de propulsión que utilizan, es decir: gasolina, diésel, híbrido, híbrido enchufable y eléctricos. Además, se ha establecido una antigüedad de tres años para realizar el informe, así como un kilometraje de 60.000 kilómetros en todos los casos excepto en el de los diésel, dada su vida útil más longeva, para los que el baremo ha sido de 90.000 kilómetros.

Los resultados dejan en mala posición a los coches eléctricos, pues son los que con diferencia se deprecian más: en esos tres años pierden prácticamente la mitad de su valor, conservando solo un 53% del que tenían cuando salieron de fábrica.

En el extremo opuesto están los híbridos autorrecargables, que retienen hasta un 72,6% de su valor original.

La lista completa por tecnología de propulsión, ordenada de mayor valor residual a menor, es la siguiente:

Los factores que influyen en la depreciación de los eléctricos

Las razones que hacen que los cero emisiones estén tan descolgados pueden ser varias. Una lógica son las baterías, pues se degradan con el paso del tiempo y el comprador de coches de segunda mano puede desconfiar del estado en el que estén debido al uso o los hábitos de recarga que haya tenido el dueño anterior.

Otro aspecto que puede tener peso es la evolución constante de este tipo de vehículos, que hace que modelos de hace unos pocos años se queden algo obsoletos en factores como la capacidad de sus baterías y la autonomía.

Fernando Miguélez, director general de GANVAM, señala que “la caída de las ventas en China; la retirada de las ayudas públicas de ciertos países y la pérdida de peso de los eléctricos en los mercados nórdicos también tienen que ver con este diferencial, lo que pone de manifiesto la importancia de que España como país tenga un compromiso firme de apoyo e incentivo eficaz al vehículo eléctrico”.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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