El Ford Ka+ da el relevo al Ka, aunque es un modelo muy diferente. Si este último apostaba por ser un coche de ciudad pequeño y estiloso (compartía estructura con el Fiat 500), el nuevo Ka+ crece en tamaño hasta ser casi igual que un Fiesta y ofrece más espacio y sentido práctico por menos dinero, dejando en un segundo plano la estética.
Es uno de esos automóviles racionales, que no cautiva por su imagen y tecnología, pero resuelve las necesidades de transporte y termina convenciendo por el buen servicio que aporta, especialmente como segundo coche de la casa o primero de los jóvenes.
Se vende desde 9.900 euros (8.850 con descuento y prima por financiación) y compite con modelos similares como los Hyundai i10, Opel Karl y Seat Mii, entre otros. Frente a ellos destaca por su mayor equipo de serie y mejor comportamiento, porque resulta más eficaz en tramos virados y más aplomado en autopista.
Con una longitud de 3,92 metros, el Ka+ es nada menos que 30 centímetros más largo que el Ka actual, y tiene una carrocería más capaz, con cinco puertas, cinco plazas (las traseras adecuadas para adultos altos) y un maletero de 270 litros, 46 más. Por fuera recuerda a la generación anterior del Fiesta, y por dentro presenta un salpicadero similar al del Fiesta actual, aunque con una puesta en escena más sencilla.
La paleta mecánica incluye un solo motor 1.2 de gasolina con cambio de cinco marchas y dos potencias: 70 y 85 CV (8.850 y 9.300 euros, ambos con promociones). La toma de contacto, realizada con el segundo, ha mostrado unas prestaciones justas, pero con un funcionamiento fino y bajo consumo: en torno a 6 l/100 km en uso real, frente a los 5 l/100 km de media oficial.
Cada motor del Ford Ka+ se asocia a un acabado: Essential para el de 70 CV y Ultimate para el de 85 CV. Pero el primero viene ya con aire acondicionado, radio/CD, bluetooth, seis airbags, control de estabilidad, ordenador, elevalunas y retrovisores eléctricos y banqueta trasera abatible.
El superior añade volante con mandos, USB y sistema My Key, que permite limitar la velocidad y volumen de la música cuando se deja el coche a los hijos. Los dos pueden montar llantas de aleación (250 euros), una opción recomendable porque alegran la imagen del coche.
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