El diseño, la calidad y el dinamismo que caracterizan a los Infiniti se pueden disfrutar ya con un motor turbodiésel. El propulsor es un 3.0 V6 de 238 CV y está disponible en los dos todoterrenos de la marca, el imponente FX (desde 61.900 euros) y su hermano menor el EX (desde 53.950). También se ofrecerá en la berlina grande M, que llegará a España en septiembre. Sin embargo, no está previsto montarlo en el modelo G, que cuenta con carrocerías berlina, cupé y descapotable. Con esta nueva mecánica, la firma exclusiva de Nissan espera aumentar sus ventas en Europa, muy limitadas hasta ahora al disponer solo de motores V6 y V8 de gasolina en sus modelos. Entre enero y junio de 2010 solo se han matriculado 123 Infiniti en España.
El propulsor es una evolución del que utilizan actualmente Renault y Nissan en algunos de sus coches. Destaca por su tacto refinado y ofrece una buena relación entre prestaciones y consumos. Y viene de serie con un cambio automático de siete marchas en los dos todoterrenos. En el FX -el 4 – 4 más grande (4,86 metros de largo)- consume nueve litros de media, permite acelerar de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y alcanza 212 km/h. En el EX (4,64 metros), este motor aporta un rendimiento superior porque pesa menos y tiene mejor aerodinámica: 8,5 litros, 7,9 segundos de 0 a 100 km/h y 221 km/h.
Los dos modelos ofrecen un dinamismo y una agilidad superiores a lo normal en los todoterrenos. Recogen también la calidad y equipamientos que se esperan en un automóvil de prestigio: tapicería de cuero, navegador y climatizador, suspensión electrónica, dirección a las cuatro ruedas, pintura especial antiarañazos y hasta un sistema de cámaras que permite visualizar las cuatro esquinas del coche y sirve de ayuda para aparcar.
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