La marca británica vuelve a ofrecer una carrocería familiar en su gama. El XF Sportbrake mantiene el diseño elegante del XF berlina y añade un mayor sentido práctico. Se vende desde 50.850 euros y es una alternativa a otros familiares exclusivos como los Audi A6 Avant, BMW Serie 5 Touring y Mercedes Clase E Estate.
El nuevo Sportbrake mide 4,97 metros de largo, lo mismo que el XF de cuatro puertas, pero tiene un maletero mayor de 550 litros (10 más), y añade unas plazas traseras con mayor altura disponible que resultan más cómodas para las estaturas superiores.
Además, el portón trasero cuenta con accionamiento eléctrico y la suspensión trasera es neumática y mantiene la misma altura al suelo aunque se cargue mucho el coche, mejorando así el comportamiento y la estabilidad al viajar cargado.
Hay tres motores turbodiésel disponibles, los tres con sistema start&stop, propulsión trasera y cambio automático de ocho marchas: 2.2 D de 200 CV (50.850 euros y 5,1 litros de gasto medio) y 3.0 D con 240 y 275 CV (61.750 y 73.350, y 6,2 litros ambos).
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