La gente construye sus casas en lugares muy extraños. O muy altos. En la Edad Media, todo esto tenía sentido, ya que las edificaciones se emplazaban en lugares elevados para defenderse del enemigo, con el aliciente añadido de que siglos después podrían servir como escenario para rodar algún capítulo de ‘Juego de Tronos’. Hoy en día la agresividad es menor (o diferente) y no hace falta vivir en lo alto de un castillo para protegerse, pero a la gente en ocasiones le sigue gustando vivir muy arriba. Será por las vistas, o por la sensación que produce “vivir por todo lo alto”, lo cierto es que a algunas construcciones hay que llegar subiendo cuestas muy, muy empinadas.
¿Están nuestros coches preparados para ello? ¿Y nuestra forma de conducir? Desde luego debería ser así si vives en algunos de estos lugares, catalogados como los más abruptos del mundo.
Canton Avenue. Pittsburgh. Estados Unidos
Según el Libro Guiness de los Récords, ése que todos tenemos en casa y al que a tanta gente le hace ilusión salir, la calle más empinada del planeta se encuentra en Pittsburgh y responde al nombre de Canton Avenue.
Aunque tiene señales de ‘No entrar’ en ambas direcciones, los conductores hacen caso omiso de las advertencias y no es raro ver a algunos probando la potencia de sus vehículos en rampas del 37% de inclinación. La calle mide 192 metros de longitud y en vez de aceras cuenta con escaleras.
Baldwin Street. Nueva Zelanda
Tampoco se queda muy atrás esta calle de Dunedin (Nueva Zelanda), conocida como Baldwin Street. Ojo porque alberga nada más y nada menos que 34 casas y su longitud es de 350 metros.
Su inclinación es solo del 35%, pero en realidad es mucho más calle que su competidora estadounidense, al menos en el sentido de que vive más gente allí. Su atractivo es tal que resulta un imán para los turistas. Y no es para menos. Viendo las imágenes, parece que estuvieses en una película de dibujos animados.
Wiapio Road, Hawaii, Estados Unidos
La carretera de Wiapio no es una calle, sino una vía interurbana que une dos localidades en la isla principal de Hawaii. Tiene un kilómetro y medio de longitud y sus rampas llegan a alcanzar el 37%.
Su desnivel es tal que solo está permitido el paso a vehículos 4X4. No en vano, se la conoce como la rompefrenos. Un buen lugar donde curtirse como conductor si tienes un coche potente y unas vacaciones en Hawaii.
Eldred Street. Los Ángeles. Estados Unidos
No faltan desde luego calles con pendiente en Los Ángeles, California. Escenario ideal para muchas películas estadounidenses de persecuciones, varias arterias de la ciudad pugnan por el título de más abrupta. Por los pelos, se lo lleva Eldred Street, con rampas del 33% y una mayor longitud que su competidora San Pedro Street. Con un 32% están Baxter, Duano y Fargo Street. Calles de película…
Filbert Street. San Francisco. Estados Unidos
Y de Los Ángeles a San Francisco, otro escenario ideal para fotografías en blanco y negro. Filbert Street tiene una pendiente del 31,5% y desde arriba se pueden observar unas maravillosas vistas de la ciudad.
No le faltan competidores en la ciudad. Aunque solo durante un pequeño tramo, unos 9 metros de longitud, la calle Bradford llega al 40% de desnivel, y la curvilínea Lombrad Street mantiene un 29% de pendiente. Escenarios ideales para poner a prueba frenos, coche y capacidad de conducción.
Calles y cuestas en España
En España, país de cuestas, también existen calles bastante empinadas, aunque sin llegar a estos niveles mencionados. Ciudades como Toledo, Santander o Barcelona no están exentas de rampas. En la Ciudad Condal puedes circular por la calle Sales y Ferrer, con un 25% de desnivel, mientras que en la capital cántabra se encuentra la calle Enrique Gran, conocida popularmente como la Sipuedes, con ese mismo y exagerado desnivel.
En cuanto a carreteras, la más famosa es el asturiano Puerto del Angliru, popularizado por la Vuelta Ciclista a España, donde las rampas llegan a alcanzar el 23%. Porcentaje no obstante superado por otro puerto, el de Los Machucos (Cantabria), de menor longitud pero con rampas que llegan al 26%. El Mirador de Ézaro, aunque de muy corta longitud, llega en Galicia hasta el 29% de desnivel.
Un último apunte… el porcentaje de desnivel corresponde a la diferencia de altura que se sube o se baja por cada 100 metros recorridos. Es decir, si vives en Canton Avenue, por cada 100 metros completados has subido 3,7 metros de altura. ¡Ahí es nada!
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