El Salón de Detroit supone el inicio automovilístico del año y Mini ha sido la primera en abrir la veda: con vistas a 2018, los Mini de tres y cinco puertas, además de la carrocería Cabrio reciben una puesta al día que pasa por la actualización de muchas pequeños detalles.
Uno de los estrenos es el sistema MINI Yours Customised, gracias al cual es posible personalizar diversas partes mediante la impresión 3D y el cortado láser, pero hay más. Los faros delanteros son LED con función matrix para la luz de carretera, mientras que los traseros estrenan un diseño que imita la bandera de Reino Unido; los logos de Mini lucen la imagen rediseñada de la empresa, se añaden más modelos de llanta de 17 pulgadas y se amplía la paleta de colores de la carrocería con los tonos Starlight Blue metalizado, Emerald Grey metalizado y Solaris Orange metalizado.
En el interior, los cambios se limitan a nuevos materiales, como el cuero marrón para la tapicería o el kit Piano Black, que a las habituales molduras en acabado negro lacado añade la retroiluminación LED para la pieza situada en el salpicadero frente al copiloto.
En cuanto a los motores, todos estrenan cubierta de CRFP, lo que supone ahorro de peso, y han sido tratados para reducir un 5% su consumo y emisiones. Los compactos tienen una oferta de siete propulsores y el descapotable solo cinco. Todas las variantes (One, Cooper, Cooper Sy Cooper D) puede elegirse con transmisión Steptronic de siete marchas y doble embrague (de serie es manual de seis), excepto los Cooper SD, para los que se estrena una caja de cambios Steptronic de ocho relaciones.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.