De vez en cuando siempre viene bien que, entre los prototipos, aparezca alguno que mire más allá. Por norma general en estos casos hablamos de conducción autónoma o de combustibles alternativos (véase el hidrógeno), pero Mitsubishi Electrics apunta en otra dirección: la interacción entre coche y conductor.
Esta relación ha mejorado a grandes pasos en los últimos tiempos, pasando de los obsoletos botones a las pantallas táctiles y los HUD, pero con el Emirai 3 xDAS el fabricante japonés sube un nivel. Lo presentará en el Salón de Tokio y, como su nombre indica, es la tercera versión de un prototipo que ya conocemos de hace algunos años.
Más allá de su futurista estética o de tratarse de un descapotable biplaza, lo especial de este modelo es su apartado tecnológico y lo que sus novedades suponen para el usuario. Echando un vistazo al puesto de conducción queda claro.
Olvidaos del volante, lo importante es la instrumentación y la consola central, que están formados por grandes pantallas hechas de un material que elimina cualquier reflejo. Lo que muestra cada una es totalmente configurable al gusto del conductor, que, y he aquí el quid de la cuestión, es a su vez el propio interfaz del sistema.
Nada de botones, nada de tocar: el sistema de controla por gestos, por una serie de movimientos predeterminados que sirven para ajustar aspectos de lo más diversos, desde la temperatura al volumen de la música. Además, el propio coche, mediante cámaras y un sensor de ritmo cardiaco evalúa el estado físico del conductor y avisa si detecta fatiga.
Por último, la pantalla situada encima del salpicadero es un HUD de nueva generación capaz de generar entornos 3D con un rango de hasta 10 metros por delante del coche. Esto es útil en cruces difíciles o con visibilidad escasa.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.