La guerra contra los combustibles fósiles cada vez es más explícita: Noruega ha declarado que en 2025 estará prohibida la compra-venta de coches movidos por motores de gasolina y diésel. La nueva política energética ha sido acordada de manera conjunta por los cuatro partidos políticos principales del país.
Esto supone una clara apuesta por los vehículos eléctricos, algo que tiene sentido teniendo en cuenta que Noruega es el país europeo en que disfrutan de mayor cuota de mercado (un 17%), aunque resulta paradójico que, a la vez, el país sea uno de los mayores productores de petróleo del mundo, hasta el punto de que esta industria supone el 40% de su PIB.
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