La cuarta generación del Renault Clio hizo su entrada en 2012 así que ahora, a mitad de su ciclo de vida, el fabricante lleva a cabo una necesaria puesta al día para mantenerlo fresco y seguir sumando ventas.
Se trata de una actualización ligera que añade pequeños retoques aquí y allá, desde aspectos estéticos al habitáculo, pasando por un mayor equipamiento y una renovada gama de motores.
El frontal presenta una parrilla inferior ensanchada y unos nuevos grupos ópticos Full LED con las luces diurnas en forma de ‘C’, mientras que el paragolpes trasero también ha sido levemente modificado. Redondean el cambio de imagen los nuevos diseños de llantas y los colores de carrocería denominados Rojo Intenso, Gris Titanio, Azul Iron y Blanco Nacarado.
En el habitáculo la renovación se centra en los materiales. Las opciones de tapicería son nuevas, los plásticos mejoran en su calidad percibida y en el tacto, mientras que los cromados son de acabado mate. Además, hay tres opciones de sistema multimedia: R&GO, nuevo y disponible desde las versiones de acceso; Media Nav Evolution y Renault R-Link Evolution.
Mantiene la oferta mecánica ya conocida, a la que añade la nueva combinación del motor diésel 1.5 Energy dCi 110 con caja manual de seis relaciones. Esta transmisión también pasa a estar disponible con el gasolina TCe 120.
Por último, Renault vuelve a ofrecer el acabado superior Initiale Paris para el Clio. Es el mejor de la gama, aportando elementos exclusivos como el color de carrocería Gris Givré, cuero Nappa para el volante y la palanca de cambios, asientos de cuero bitono y un sistema de audio BOSE, entre otros.
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