Tras mostrarlo en movimiento durante el pasado Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y para abrir boca (o alargar la espera, según se mire) hasta su presentación oficial, en el próximo Salón del Automóvil de Fráncfort, el Renault Mégane R.S sigue desvelando sus detalles con cuentagotas. El último dato confirmado es que contará con cuatro ruedas directrices.
Utilizará el sistema 4CONTROL, que ya se empleó en el Mégane GT o el Talismán, por el que el eje trasero también es direccional, lo que mejora la agilidad del modelo, reduce su radio de giro y permite un paso por curva más rápido. Es una solución ya vista en segmentos superiores (en los que ayuda a acortar virtualmente la distancia entre ejes de coches de mayor tamaño) pero no habitual entre los compactos.
Además, Renault Sport permitirá a los clientes elegir entre dos tipos de chasis según sus necesidades. El Sport, que “combina alto rendimiento y confort en el día a día”, y el Cup, “para gozar de una deportividad extrema adaptada a un uso en circuito”. La marca todavía no ha detallado a qué ajustes afecta uno y otro, pero lo normal sería que modificaran la respuesta de la dirección, la suspensión, el motor, etc.
También se ha confirmado la presencia de dos cajas de cambios, una manual y otra automática de doble embrague, pero la guinda del pastel, el motor que utilizará el Renault Mégane R.S, sigue siendo un misterio. Los rumores apuntan a un bloque 2.0 turbo de 300 CV, pero habrá que esperar para saberlo con certeza.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.