Corría 1968 cuando Elliot Handler, uno de los fundadores de Mattel, al ver la mala calidad de los coches de juguete con los que jugaban sus hijos, decidió que alguien debía hacerlo mejor. Ese mismo año nació Hot Wheels y ya nada volvió a ser igual: 50 años después, se han convertido en uno de los juguetes más conocidos en todo el mundo.
El primer Hot Wheels de la historia fue el Custom Camaro, un modelo que sentó unos nuevos estándares de calidad: un nuevo sistema hacía que las ruedas no se frenaran tanto por la fricción, el diseño destacaba por los detalles interiores y exteriores, el capó era funcional… Pronto se le unieron otros 15 distintos, tanto réplicas de coches reales como otros originales, para formar la primera tirada, que recibió el nombre de The Sweet Sixteen.
En el medio siglo que lleva en el mercado, la marca no ha dejado de introducir novedades. Así, pronto empezó a crear diseños inspirados en monstruos, se alió con otras empresa como Marvel, añadió motos a su colección, desarrolló modelos que utilizaban neumáticos de goma, fabricó Hot Wheels a tamaño real, etc.
Con tantos años a sus espaldas, las cifras que definen su historia son increíbles. Para empezar, hay más de 20.000 diseños distintos de Hot Wheels (se suman unos 130 cada año) y en total se han fabricado unos 6.000 millones de coches. El ritmo de producción es impresionante, ya que salen de fábrica 17 unidades por segundo, unos 519 millones de manera anual, acompañados de 9.656 kilómetros de pista naranja.
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