Un nuevo paso en la evolución de los combustibles alternativos: Seat y Aqualia se han unido para desarrollar SMART Green Gas, un proyecto que obtendrá biocombustible renovable de las aguas residuales para utilizarlo en vehículos que funcionen con gas natural comprimido (GNC).
La primera ventaja está clara: el reciclaje de residuos. Además, un coche que funciona 100% con biometano tiene una emisiones de CO2 hasta un 80% inferiores a las de su equivalente en gasolina.
El Dr. Matthias Rabe, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Seat, afirma al respecto que “fomentar la creación de combustibles alternativos renovables, que ayuden a promover una mejora futura del medioambiente y del uso del vehículo a largo plazo en las ciudades, forma parte de la estrategia GNC de Seat”.
Félix Parra, director general de Aqualia, asegura que “el proyecto Smart Green Gas, sobre una planta depuradora de tamaño medio, podría producir potencialmente un millón de litros de biogás al día, suficiente para mover más de 300 vehículos. Esto permitiría a las poblaciones abastecer, por ejemplo, a la red de autobuses urbanos, camiones de basura, coches de policía o ambulancias, entre otros”.
El fabricante y Aqualia ya han dado comienzo a las pruebas piloto en la planta depuradora de aguas residuales de Jerez de la Frontera, para las que se están utilizando dos León TGI.
Aunque el proyecto tenga en mente emplear este combustible autóctono y renovable en el sector de la automoción, también tiene como objetivo inyectarlo en la red de distribución de gas natural.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram