Un Hot Wheels ‘no wheel’: le falta una rueda y está oxidado, pero es original y está a la venta

Creado en colaboración con MSCHF, rinde homenaje al primer coche de un conductor novel tras haberse sometido a todo tipo de penurias.

Hot Wheels x MSCHF Not Wheels

El Hot Wheels x MSCHF Not Wheels se agotó al momento.

Hot Wheels es una de las marcas más conocidas de coches de juguete en todo el mundo. Sin embargo, va mucho más allá y es directamente materia de coleccionismo, con piezas que pueden llegar a valer miles de euros. La compañía siempre juega con la exclusividad y las series limitadas, algo que ha llevado al siguiente nivel con su último modelo, el Hot Wheels x MSCHF Not Wheels.

Se trata de una colaboración con MSCHF, empresa especializada sobre todo en calzado, tanto en modelos propios (las Big Red Boots fueron un lanzamiento destacado), como creando versiones de otras marcas (por ejemplo, con vans).

En el salto a las miniaturas se ha encargado de aportar su propio toque, creando un automóvil que es una oda a ese primer coche real que muchos conductores tuvieron y que, por inexperiencia, acabó llevándose golpes de todo tipo, pero que sigue estando al pie del cañón y funcionando.

Se trata de un automóvil que no es reflejo de ningún modelo real, si no que está inspirado por los coches japoneses de los años 90 que llegaron al mercado estadounidense, caracterizados por su fiabilidad y que todavía es fácil ver circulando por las calles, aunque, por supuesto, cargados de parches y remiendos, algo que refleja claramente el automóvil a escala.

Basta un vistazo rápido para darse cuenta del enfoque, puesto que parece un coche que está en las últimas y que ya ha dado lo mejor de sí. El parabrisas está agrietado, tiene dos ruedas de un tipo, una más pequeña y pintada de amarilla, mientras que la cuarta ni siquiera está; una puerta es distinta al resto, el parachoques está sujeto por grapas, etc.

Un objeto de deseo

El Hot Wheels x MSCHF Not Wheels salió a la venta el pasado 30 de agosto a un precio de 30 dólares el ejemplar, considerablemente por encima de los 2,5 euros que cuestan los modelos básicos de la línea principal.

Para intentar evitar o, al menos, limitar dentro de lo posible la especulación, la compra estaba limitada a tres unidades por cliente. Como era de esperar, se agotó en el acto y en el futuro quien sabe qué precios podrá alcanzar en la reventa.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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