El Mini Countryman es la versión campera del icono británico pero, más allá de la estética tipo crossover y de las protecciones inferiores, pocos son los propietarios que lo utilizan para salir del asfalto. Para animarles a ello y que saquen a relucir su espíritu más aventurero, Mini ha lanzado un nuevo accesorio: una tienda de campaña.
Además, está pensada para aquellos que no se lleven bien con las piquetas y el montaje de tiendas de campaña en general. Su funcionamiento no podría ser más sencillo: unos ganchos de seguridad mantienen unidas la parte superior y la inferior; al soltarlos, cuatro resortes las separan y crean una ‘habitación’ de 94 centímetros de altura y con capacidad para alojar a dos personas.
La fibra de vidrio no absorbe el calor y tanto esta como la tela de las paredes ofrecen aislamiento acústico y son impermeables. En el interior, junto a un pequeño colchón, hay almohadas, diversos huecos para almacenar objetos, una red en el techo e incluso luz LED. Además, una escalera plegable permite el acceso al techo del Mini Countryman y a la tienda.
Su peso es de 58 kilos y se puede solicitar bajo pedido en los concesionarios de la marca por un precio estimado de 2.800 euros (no se ha definido para el mercado español pero será similar al del italiano donde ya se comercializa).
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.