Espacio para todo. Estos cuatro monovolúmenes destacan por su habitabilidad y ofrecen siete plazas en tres filas (2+3+2). Todos permiten desplazar la segunda fila en longitud y regular la inclinación de los respaldos. Y salvo el Renault, que lleva banqueta partida (60/40), el resto incluye siete asientos individuales y ofrece una modularidad sobresaliente para repartir fácilmente el espacio y atender cualquier necesidad de la vida familiar.
El Citroën es el más amplio. Ofrece unos asientos cómodos delante y la mejor segunda fila en anchura, como el Volkswagen, pero con más espacio para las piernas. El Renault es menos ancho en la segunda hilera y los pasajeros de los lados tocan con la cabeza en los laterales del techo si viajan tres adultos de cierta estatura. Y la del Zafira es más justa en la zona de las rodillas. El Citroën y el Volkswagen ofrecen un acceso más fácil a la tercera fila: la banqueta de los asientos de los lados del C4 se pliega contra el respaldo y en el Volkswagen bascula para ampliar la zona de entrada. Aunque las terceras filas sirven para niños o casos de apuro, la del Touran es más aprovechable, seguida de la del Grand Picasso, mientras las del Grand Scénic y el Zafira resultan pequeñas y menos utilizables.
Todos ofrecen una capacidad de carga sobresaliente utilizando cinco plazas, pero el Opel está por detrás según nuestras mediciones. Y si se ocupan las siete, el Citroën y el Renault ofrecen más maletero e incluyen mejores huecos: bolsas grandes en las puertas, apoyabrazos, cofres en el piso…
El Touran es el mejor acabado, con una calidad de ajustes y materiales superior, y una presentación más elegante y vistosa. Los otros tres son modernos, pero menos elaborados. El Citroën, en cambio, tiene las suspensiones más cómodas para viajar, seguido del Renault. Y mientras el Volkswagen es el más silencioso, el Opel tiene una sonoridad mecánica superior a los demás.
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