Hace solo 15 años, la mayoría de los coche no contaban con frenos ABS, por no hablar de ayudas a la conducción como el reconocimiento de señales de tráfico, las frenadas de emergencia o los sistemas de aparcamiento asistido. La evolución de la tecnología ha permitido fabricar coches muchísimo más avanzados en materias como seguridad, conectividad o confort. Algunas de estas mejoras resultan hoy imprescindibles.
SEGURIDAD
Los sistemas obligatorios y la electrónica de protección
Todos los automóviles nuevos que se comercializan en Europa incluyen un equipamiento de seguridad mínimo obligatorio: control de estabilidad (desde 2014), frenos ABS (2003), doble airbag frontal (2006), alerta de pinchazos (2014) y llamada automática de emergencia en caso de accidente o e-call (2018), que transmite a los servicios de emergencia la localización del percance.
Si el modelo a comprar es de segunda mano, conviene asegurarse de que incluya, al menos, el control de estabilidad, que evita derrapajes y otras pérdidas de control de forma automática y es un avance de seguridad imprescindible. Y como norma general, cuantos más airbags lleve el coche, mejor.
Este equipo se está completando en los vehículos de última generación con una serie de ayudas electrónicas a la conducción que resultan también interesantes. Una de ellas es el reconocimiento de las señales de tráfico, que puede evitar multas por despistes: el coche muestra las señales de velocidad y adelantamiento que va detectando, y el conductor sabe así en todo momento el límite de la vía por donde circula y si está o no permitido adelantar.
La alerta de salida del carril y el control de la distancia frontal de seguridad son otros dispositivos a considerar, al igual que las frenadas automáticas de emergencia. Estas suelen dividirse en dos grandes grupos, para ciudad y carretera. En el primer caso, logran evitar el impacto hasta unos 30 km/h en los modelos populares y hasta unos 50 en los más avanzados, y estos últimos son capaces de reaccionar además ante peatones, ciclistas y animales. En el segundo escenario, en cambio, lo normal es que el coche frene solo cuando el accidente es ya inevitable, y lo haga con el objetivo de reducir la velocidad de la colisión y la gravedad de las lesiones, no para impedirlo. Conviene aclararlo con el fabricante y comprobarlo también en el manual de usuario del vehículo.
MECÁNICA
Cambio automático y suspensión ajustable
Los automóviles modernos recogen unos estándares mínimos en estabilidad y confort que serían máximos para los vehículos de hace 20 años. Pero siempre se puede mejorar, y hay dos dispositivos que merece la pena pagar. El primero sería el cambio automático, porque simplifica la conducción y reduce el cansancio al volante. Las cajas de última generación ya no penalizan las prestaciones y consumos, aunque es más aconsejable, eso sí, elegir una transmisión automática de doble embrague o convertidor de par, antes que una CVT o de variador continuo de velocidad.
La suspensión sería el segundo elemento susceptible de mejora en la mecánica. El primer nivel serían las suspensiones de altura rebajada, que reducen la suavidad de filtrado y aumentan la agilidad. El segundo nivel, los amortiguadores electrónicos o pilotados, son una opción más recomendable, porque permiten ajustar la dureza y consiguen potenciar tanto la comodidad como el dinamismo del coche. Y si el presupuesto acompaña, las suspensiones neumáticas (exclusivas de los modelos más sofisticados) salen caras pero otorgan una calidad de rodadura asombrosa.
CONECTIVIDAD
Centro multimedia
Las pantallas táctiles de los automóviles modernos funcionan como un centro de control y comunicación y reúnen múltiples funciones: música, teléfono, navegador, ajustes del vehículo… Suelen venir ya de serie en muchos modelos, incluso en los más pequeños y económicos, aunque no todos los sistemas funcionan igual. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta consiste en la compatibilidad con el móvil.
Todos los teléfonos valen para todos los equipos, aunque para lograr una integración completa (y que aparezca, por ejemplo, el nombre de una canción tal como está guardada en el terminal y no solo un archivo musical) conviene contar con un protocolo de conexión adecuado: Apple Carplay para los terminales con sistema operativo iOS y Android Auto para los demás. Además, la función Mirror Link, que reproduce en la pantalla del coche la misma organización de iconos del móvil, resulta también interesante.
Si el modelo careciera de este equipamiento, porque fuera de segunda mano, por ejemplo, hay que asegurarse de contar, al menos, con bluetooth para el móvil y un puerto USB, que sirve para recargar aparatos y escuchar música, entre otras cosas.
SENTIDO PRÁCTICO
Asientos plegables y ayuda al aparcamiento
Los asientos plegables permiten aumentar el espacio de carga y transportar bultos grandes, como cunas y bicicletas, que difícilmente entrarían en el maletero. La mayoría de modelos cuentan con respaldos abatibles en dos partes (40/60), aunque, si fuera posible, conviene elegir los que se dividen en tres (40/20/40), que resultan más prácticos: permiten abatir el módulo central (esquís, un carrito plegado) y mantener dos plazas iguales en los laterales. En los asientos 40/60, solo queda una plaza disponible al plegar el módulo grande o una y media (la central suele ser más pequeña) si se abate el otro.
Los sensores traseros de aparcamiento, que indican con señales acústicas y visuales la distancia libre hasta la pared o el vehículo de al lado, son otro complemento que facilita la vida al conductor, porque ayudan a evitar roces al estacionar. Hay modelos que suman sensores delanteros, aunque la mejor solución son las cámaras, que presentan una imagen HD en la pantalla interior del coche y suelen mostrar además líneas de trayectoria, que indican cómo va a girar el vehículo y si hay riesgo de contacto.
COMODIDAD
De la llave manos libres a los automatismos de confort
La llave manos libres, que permite acceder al vehículo sin tener que sacar el mando del bolso o el bolsillo, es uno de los equipos de confort más recomendables. Y también las últimas evoluciones, como el maletero de apertura automática: se llega al coche con las manos ocupadas (maletas, compra…) y al pasar el pie por debajo del paragolpes se abre solo.
Las luces y los limpiaparabrisas de conexión automática merecen también la pena, porque descargan al conductor de estos cometidos y funcionan con eficacia. Y empiezan a popularizarse las luces largas inteligentes, que el automóvil se encarga de encender y apagar para no deslumbrar a los que vienen de frente, aunque su fiabilidad solo resulta convincente en los modelos más costosos, no así en los populares.
Los asientos con ajuste eléctrico pueden parecer un capricho, pero potencian también la comodidad, sobre todo si el vehículo lo va a utilizar con regularidad más de una persona, porque evitan tener que ajustar la posición manualmente cada día. Y si además tienen memoria, cada conductor guarda la suya.
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