por EL MOTOR
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Planificación
Planifica con detenimiento el viaje antes de salir, sobre todo si no tienes experiencia. Ten en cuenta que con una autocaravana se circula más despacio que en coche. Ubica las áreas de pernocta o los cámpines, así como los espacios habilitados para el vaciado y llenado de agua (si crees que vas a necesitarlo). -
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En carretera
Si el vehículo tiene una masa máxima autorizada de 3.500 kilos o menos (lo que cumple el 95% de los modelos, según la patronal de distribuidores y fabricantes Aseicar), se puede conducir con el permiso B de coche. La velocidad máxima es la misma que para los turismos: 120 km/h en autopistas y autovías y 90 km/h en carreteras convencionales. Si el modelo supera los 3.500 kilos, se requiere el carnet C1 y los límites se rebajan a 90 km/h y 80 km/h, respectivamente. -
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Cinturón de seguridad
El consejo cae por su propio peso, pero todos los ocupantes deben viajar en sus asientos y con el cinturón de seguridad abrochado. Las autocaravanas están homologadas para albergar un número de pasajeros determinado en viaje, que no tiene por qué coincidir con el número de plazas para pernoctar. El dato aparece en la ficha técnica del vehículo. -
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Áreas de acampada
Como recomendación general, Aseicar aconseja pasar la noche “en espacios adecuados para esta práctica”, esto es, en áreas de pernocta de autocaravanas y cámpines. Sin embargo, como se explica después, la normativa no impide pasar la noche en cualquier lugar donde el vehículo esté correctamente estacionado. -
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Aguas claras, grises y negras
Calcula bien la cantidad de agua que vas a necesitar. Según los expertos, con un uso racional, es suficiente con un máximo de 15 litros por persona y día. Si la autocaravana es de alquiler, la empresa te dará las indicaciones necesarias. En caso de que se llenen los depósitos de aguas grises (aguas residuales de la ducha, los grifos o el lavavajillas) y negras (fecales), vacíalos solo en los lugares indicados. -
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Buena convivencia
Aseicar recopila los consejos básicos para moverse en entornos rurales o en ciudades pequeñas: “Estacionar sin obstaculizar el tráfico y sin desplegar accesorios de camping, privilegiar el comercio local y actuar con buena vecindad”. Las asociaciones de caravanistas ofrecen la misma recomendación, ya que a los usuarios de estos vehículos todavía se les considera en muchos lugares invasores del terreno: el objetivo del sector es lograr una buena convivencia. -
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Estacionamiento
Para evitar confusiones, Aseicar recuerda que se considera que una autocaravana está estacionada (y no acampada) cuando “contacta con el suelo solo con sus ruedas (salvo en pendiente, que se justificarán calzos)” y “no ocupa más espacio que el de la autocaravana”, sin abatir ventanas o “invadir el espacio con sillas, mesas o toldos”. Tampoco se deben emitir fluidos ni “causar ruidos molestos”. -
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Estacionamiento (y II)
En España no existe una normativa específica sobre el estacionamiento de autocaravanas, pero algunas ordenanzas municipales de movilidad prohíben su aparcamiento. Contravienen el Reglamento General de Circulación, y así lo aclara la instrucción 08/V-74 de la DGT, publicada en 2008. En ella se establece que pueden “efectuar las maniobras de parada y estacionamiento en las mismas condiciones y con las mismas limitaciones que cualquier otro vehículo”. Y se añade que si una autocaravana está bien estacionada, “no es relevante el hecho de que sus ocupantes se encuentren en el interior”. -
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Sin dejar huella
Una vez superados los problemas con el estacionamiento y la acampada, el siguiente consejo de Aseicar es cuidar el entorno y la buena imagen del sector. El buen autocaravanista, dice la asociación, “no tira al suelo plásticos, latas, cigarrillos ni papeles”. Y añade que tampoco “realiza nunca acciones contaminantes como el vaciado de aguas residuales en lugares inadecuados”.