La Yamaha MT-07 se pone al día para seguir triunfando

Las cifras no engañan, más de 120.000 unidades vendidas de la Yamaha MT-07 en todo el mundo desde su lanzamiento hace cuatro años y en el mercado español terminó en el primer puesto de matriculaciones en 2017 en el segmento de más de 600cc. Su éxito no tiene secretos, es una moto sencilla pero perfectamente equilibrada y esto se traduce en una eficacia en la conducción sobresaliente.

Todo lo hace fácil, es intuitiva, manejable y muy divertida. Además, tiene una faceta utilitaria que se agradece en el día a día, gasta poco y tiene un mantenimiento moderado. Y sin duda otra de sus bazas es que sigue teniendo un precio muy ajustado, 6.799 euros con ABS incluido de serie.

Yamaha ha efectuado un sondeo entre sus usuarios para conocer qué puntos podían mejorar sin comprometer su equilibrio en la nueva versión para 2018. Han rediseñado ligeramente su ergonomía, los grupos ópticos delantero y trasero son de nueva factura, el depósito de combustible mantiene su capacidad pero han variado la entrada de las tomas de aire de sus laterales a la caja del filtro.

El sillín también es diferente, buscando una mejor posición y mayor comodidad para el piloto y pasajero, que también cuenta con un nuevo asidero donde sujetarse. Mantiene la misma altura de sillín, 805 mm, con lo que es apta para todas las tallas. De hecho, para los conductores con más envergadura hay otro asiento con un espumado más grueso que lo eleva 28 mm.

Técnicamente el motor es exactamente el mismo, bicilíndrico en línea de 689cc refrigerado por agua que rinde 75 CV a 9.000 revoluciones y entrega un excelente par motor de 68 Nm a 6.500 rpm. Incorpora un eje de balance para contrarrestar las vibraciones y se consigue una agradable suavidad de marcha. Empuja con consistencia desde bajas revoluciones, con unos medios excelentes y una agradable estirada final hasta superar las 10.000 rpm.

El motor es un bicilíndrico en línea de 689cc. / Yamaha

El bastidor, pese a su sencillez, aporta un diseño y tecnología avanzados pues utiliza tubos de distintos espesores de pared y por tanto distintos índices de resistencia a la tensión, colocados en puntos estratégicos para lograr la flexión deseada.

Las suspensiones también han sido objeto de mejora, apostando por unos reglajes con mayor firmeza, que favorecen la conducción deportiva a costa de sacrificar algo de confort. Mantiene sus elementos para no encarecer el producto: la horquilla telescópica convencional y el amortiguador trasero tipo Monocross en el que se puede regular el hidráulico en extensión y la precarga del muelle.

Toma de contacto

Dinámicamente, la Yamaha MT-07 sigue enamorando, porque demuestra que una moto de componentes sencillos, con una electrónica al día pero sin sofisticaciones (ni control de tracción, ni sistemas anticaballitos, ni apenas nada) resulta ser divertidísima y permite disfrutar en todos los escenarios posibles.

Los 75 CV de su motor son nobles, empujan con energía desde bastante abajo y llevan de viraje en viraje con enorme celeridad, apreciando una rápida conexión entre el puño del gas y la rueda trasera. Y además cuando se aumenta el ritmo y se apura la frenada, no se descompone gracias a sus nuevos reglajes de suspensión. Desde luego su comportamiento deportivo ha mejorado claramente. Sigue siendo una moto ligera (179 kilos) y muy corta entre ejes, por lo que resulta ágil y rápida en los cambios de dirección.

Una moto ligera y compacta con muchas posibilidades.

Como inconvenientes, solo señalar que el ABS trasero entra en funcionamiento demasiado pronto y resta algo de precisión en frenadas al límite. Sin embargo en condiciones de poca adherencia o con el pavimento mojado sigue siendo un valioso elemento de seguridad.