Ganó la comparativa anterior nada más salir a la venta y repite ahora tras enfrentarse a los últimos rivales que acaban de llegar, los nuevos Opel Corsa y Hyundai i20. El Renault Clio mantiene sus galones como utilitario de referencia tras la renovación de la mayoría de sus competidores, como los Peugeot 208, Toyota Yaris y otros. Y tiene muchas papeletas para conservar el reinado, al menos hasta que los VW Polo y Seat Ibiza actuales den paso a la siguiente generación.
Conclusión
El Clio domina esta prueba porque ofrece una calidad de conjunto superior, un consumo más ajustado y el mejor precio. Le sigue el Hyundai, que, aunque es el más caro, aporta una imagen moderna, el interior más amplio, un equipo de serie superior y la mejor garantía. El Seat sigue teniendo la mecánica más lograda, tanto por motor como por prestaciones y comportamiento, y el maletero mayor. Pero el interior es austero y el equipo de serie justo. El Opel le sigue de cerca con una presentación interior muy lograda y una buena habitabilidad, pero es el menos equipado de serie.
El Renault domina esta prueba porque tiene una imagen moderna, un interior vistoso y una calidad de conjunto muy lograda que le hacen parecer más coche que la mayoría de los utilitarios. Y lo completa con el consumo más bajo y un precio 2.000 euros más asequible que sus rivales en la prueba. No tiene una gama mecánica muy extensa, pero cubre la mayoría del mercado. Así, hay tres versiones de gasolina: 1.2 de 75 CV (desde 12.700 euros), el 0.9 TCE turbo de 90 CV de la prueba (15.200) y el deportivo RS de 200 CV (24.050). Y cuenta con dos 1.5 dCi turbodiésel de 75 y 90 CV (14.350 y 16.850).
El Hyundai se sitúa segundo y destaca también por su calidad y equilibrio. Aporta un diseño con detalles sofisticados y fusiona modernismo y solidez. Aparte de su buena habitabilidad interior, es el que viene más equipado de serie y tiene la garantía más completa: cinco años sin límite de kilómetros. Se vende con dos mecánicas de gasolina: 1.2 de 85 CV (desde 14.750 euros) y el 1.4 de 100 CV (17.550) de la prueba. Y hay dos turbodiésel, 1.1 CRDi de 75 CV y 1.4 CRDi de 90 CV (16.450 y 17.050).
El Seat se sitúa a continuación y, a pesar de ser el que lleva más tiempo a la venta, se converva en buena forma. Por fuera mantiene esa imagen y presencia que le hacen parecer más grande y mejor que la mayoría de sus rivales, y el maletero mayor. Y conserva su superioridad mecánica con el mejor motor, unas prestaciones algo superiores y el comportamiento más ágil de los cuatro. Además, tiene la gama más extensa con carrocerías de tres y cinco puertas, y familiar ST. Se vende con seis motores de gasolina: 1.2 de 60 y 70 CV (12.770 y 14.570 euros), 1.2 TSi de 85 y el de 105 CV de la prueba (15.220 y 17.140), 1.4 TSi de 150 CV (20.970) y la versión 1.4 TSi Cupra de 180 CV (22.800). Y hay otros cuatro turbodiésel: 1.2 TDi de 75 CV (16.490), 1.6 TDi de 90 y 105 CV (16.950 y 18.870) y 2.0 TDi de 143 CV (20.890).
El Opel se sitúa a un punto del Seat, pero aunque se presenta como un coche nuevo, mantiene parte de la estructura y chasis del anterior. Ha refrescado su imagen con el nuevo frontal y unos nervios más marcados, y estrena motores y suspensiones. Y destaca por su calidad de presentación, pero le penaliza un equipo de serie inferior a sus rivales. Se vende en versiones de tres y cinco puertas con cuatro motores de gasolina: 1.4 de 75 y 90 CV (13.540 y 14.040), el 1.4 turbo de 100 CV (15.940) de la prueba y un nuevo 1.0 turbo de 115 CV (17.240). Y hay dos 1.3 turbodiésel de 75 y 90 CV (15.690 y 17.090).
Estos precios no incluyen los descuentos ni el Plan PIVE.
Conducción
Cuatro soluciones mecánicas diferentes para llegar a resultados muy similares. El Hyundai recurre a un motor 1.4 atmosférico de 100 CV; el Opel lleva un 1.4 turbo, también de 100 CV; el Renault, un 0.9 turbo de 90 CV con tres cilindros, y el Seat, un 1.2 turbo de 105 CV. Los dos primeros llevan cambios manuales de seis marchas y los otros dos tienen solo cinco.
El cóctel del Seat es el más excitante. El motor responde con poderío desde medio régimen y se estira con alegría y progresividad por encima de 6.200. El resultado es un toque de nervio y deportividad superior a los demás. Tiene solo cinco marchas, y con desarrollos largos, pero supera a sus rivales en prestaciones, viaja con más soltura y adelanta mejor. El Clio sorprende porque, a pesar de tener menos cilindrada y potencia que los demás, es elástico y no se queda atrás en prestaciones, aunque corre menos que el Ibiza y en la misma línea del i20.
El Corsa es un poco más veloz que el Renault aprovechando la cilindrada, un 50% superior, y el segundo más rápido. Funciona muy bien a bajo régimen y es muy agradable en ciudad, pero a partir de 4.500 agota su nervio e invita a cambiar. El Hyundai es el único sin turbo y responde antes al acelerador, desde apenas 1.000 vueltas, una ventaja en tráfico urbano. Pero después, al no tener el tirón de la sobrealimentación, le cuesta más subir de vueltas. Y aunque el cambio de seis marchas lo compensa un poco, es el menos contundente al acelerar.
El Clio, en cambio, ofrece un comportamiento dinámico de conjunto muy bueno, aunque igualado con el i20 y el Ibiza. Es el más fácil de conducir, obedece con docilidad y transmite aplomo y confianza en cualquier tipo de carretera. Y ofrece una estabilidad muy lograda al alcance de todos los públicos. El Hyundai se comporta de forma muy similar, pero es algo más blando de suspensión, se mueve más en los apoyos laterales de las curvas y no resulta tan eficaz y preciso. El Seat de la prueba equipaba el acabado FR, con reglajes de suspensión más deportivos y llantas de 17 pulgadas. Ese equipo, unido a una dirección impecable, aporta como ventaja un mayor agarre por las ruedas, pero con un equilibrio menos armónico en las suspensiones. Y aunque es el más ágil de todos, resulta más selectivo para el conductor. El Corsa está un paso por detrás. La unidad de pruebas llevaba ruedas de 17 pulgadas con mucho agarre y el tren delantero entra muy bien en la curva. Pero el tacto de la dirección eléctrica es impreciso y no transmite lo que sucede entre el neumático y el asfalto. Y sus reacciones son menos homogéneas.
Los cuatro frenan bien, prácticamente en las mismas distancias y sin desequilibrios en caso de apuro. Y el Clio ofrece una calidad de conducción superior, con un tacto impecable en los mandos que se disfruta al volante y le hace parecer de una categoría superior. El Hyundai se le acerca mucho, pero le penaliza la respuesta del motor, que le iguala con el Ibiza y el Corsa.
Consumos
Todos tienen unos consumos eficientes, pero el Clio ha gastado medio litro menos en la prueba: puede consumir seis litros en conducción suave y apenas pasa de siete estirando las marchas y en ciudad (lleva Start & stop, como el Corsa).
Los demás se mantienen por debajo de siete litros en conducción tranquila, pero mientras el Seat y el Hyundai pueden llegar a ocho en tráfico urbano, el Opel se mantiene por debajo.
Las emisiones de CO2 son ajustadas, pero el Clio es el mejor: 105 g/km. Le siguen el Ibiza con 119 y el Corsa con 120. El i20, con 127, es el único que paga impuesto de matriculación.
Vida a bordo
Estos cuatro utilitarios ofrecen un interior amplio, pero con las limitaciones de su tamaño. Todos tienen dos buenas plazas delante, especialmente el Hyundai y el Renault, que cuentan con unos asientos más cómodos; los del Ibiza son correctos y los del Corsa resultan algo duros y no resultan confortables. En las plazas traseras hay más diferencias. Ninguno permite alojar a tres adultos (sin agobios) porque les falta anchura a la altura de los hombros. Pero el i20 y el Corsa ofrecen más espacio para las piernas si viajan adultos y son también algo más anchos que los otros dos. Sin embargo, mientras el asiento trasero del Hyundai es muy cómodo, el del Opel no está bien resuelto, tanto la banqueta como sobre todo el respaldo.
El Ibiza y el Clio son más justos en anchura y solo permiten alojar tres personas si al menos uno es un niño. El Seat tiene algo más de espacio, pero el asiento del Renault está mejor resuelto y resulta más cómodo en viajes largos. El Clio tiene también mejores huecos para objetos, con bolsas más amplias en las puertas y repisas en la zona de freno de mano. Pero al contrario de lo que indican las cifras oficiales, el Ibiza ofrece el mejor maletero de los cuatro según nuestras mediciones. Y le siguen el Hyundai y el Renault, mientras el Corsa se queda un poco por detrás. Por lo demás, todos permiten abatir los respaldos traseros por partes para cargar bultos grandes, y en el i20 se puede situar la bandeja en dos alturas.
En los acabados hay también diferencias. El Opel aporta un interior moderno y vistoso, a la altura de modelos más grandes. Los materiales son correctos y destaca por la calidad de la instrumentación y los mandos. El Hyundai es muy funcional y da sensación de solidez, pero el aspecto del conjunto es demasiado convencional y, aunque está muy ordenado, no sorprende por nada en especial. El Renault presenta algunos contrastes. Por una parte es el más aparente y llamativo por dentro y tiene una consola lacada muy moderna y vistosa. En cambio, la calidad de materiales y los ajustes y remates no están a la misma altura, e incluye una instrumentación de aspecto bastante barroco y recargado, pero a la vez muy limitada en información.
El Ibiza se sitúa en el otro extremo. Le penaliza la presentación, demasiado austera, sobre todo en el salpicadero. Pero lo compensa con una calidad de materiales y ajustes superior a todos los demás. Por lo demás, el Hyundai y el Renault tienen unas suspensiones más confortables y apropiadas para los viajes largos. Y las del Seat y el Opel son algo más firmes, en parte también porque las unidades de pruebas llevaban ruedas más grandes de perfil más bajo, que siempre absorben peor los baches. Por último, aunque ninguno destaca por su silencio de marcha, sobre todo cuando se estiran las velocidades, el Ibiza es también el menos silencioso, tanto por el sonido del motor al acelerar como por la rodadura.
Precios y equipamiento
El Clio tiene el mejor precio desde que Renault bajó sus tarifas en enero: 14.550 euros (con descuentos pero sin Plan PIVE ni rebajas por financiación). Los demás están casi calcados: 16.640 el Ibiza, 16.645 el Corsa y 16.857 el i20.
El Hyundai y el Opel vienen de serie con seis airbags y sensor de presión de ruedas, aparte del ABS y el control de estabilidad ESP, que lo incluyen todos; el Seat y el Renault tienen solo cuatro airbags y el Clio incluye también sensor de presión (49 euros en el Ibiza). Y todos ofrecen un comportamiento seguro, aunque el tacto de la dirección penaliza al Opel.
En el equipo de serie hay más diferencias. Aparte de la dotación de seguridad, todos vienen con aire acondicionado, control de velocidad, radio CD con mandos en el volante, elevalunas y retrovisores eléctricos, bluetooth y llantas de aleación de 16 pulgadas (15 en el Ibiza). El Seat y el Hyundai añaden el climatizador, y, salvo el Corsa, todos tienen ordenador de viaje (115 euros en el Opel). El Clio suma además navegador, botón de arranque y tarjeta de apertura manos libres. Pero el más completo es el Hyundai, que viene con elevalunas traseros eléctricos, plegado automático de retrovisores, sensores de lluvia, faros y aparcamiento traseros, y la mejor garantía con diferencia: cinco años sin límite de kilómetros y asistencia 24 horas, frente a cuatro años o 60.000 kilómetros en el Opel, y dos años sin límite en el Seat y el Renault.
Imagen y diseño
EI Clio y el i20 tienen los diseños más modernos. El primero presenta una imagen estilizada y original que le da mucha presencia, y añade un interior vanguardista y diferente en el que destaca la pantalla central. El Hyundai es el más sofisticado por fuera, con una carrocería sólida y detalles como el diseño de los pilotos que le hacen parecer también de una categoría superior. En cambio, el interior es algo frío y convencional.
El nuevo Corsa mantiene la misma línea y arquitectura del anterior, con un frontal más moderno y los nervios laterales más marcados, y transmite solidez con un toque deportivo. Pero por dentro es el más sofisticado y está muy bien presentado. El Ibiza mantiene ese aire sólido y deportivo por fuera, pero por dentro es demasiado simple y austero.
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