Tienen el tamaño idóneo para circular y aparcar en ciudad, pueden alojar cuatro o incluso cinco pasajeros según el modelo y en algunos casos permiten afrontar los viajes, aunque siempre con cierta paciencia y sin mucha carga, a ser posible. En esta prueba se enfrentan cuatro de los modelos de ciudad más modernos, el Peugeot 108 y los Seat Mii, Kia Picanto e Hyundai i10. Y triunfa el último, que es el más completo.
Conclusión
Dominio claro del Hyundai, el más completo. Tiene más presencia por fuera, más espacio y calidad por dentro, el mejor equipo de serie y un buen precio. Le siguen de lejos el Peugeoty el Seat. El 108 ofrece las mejores prestaciones y una pantalla táctil a la última, pero tiene solo cuatro plazas, es más ruidoso y sale más caro. El Miiaporta un motor elástico y gasta un litro menos, pero es muy simple y austero por fuera y por dentro, y viene poco equipado. El Kia tiene el mejor precio y siete años de garantía, pero con un motor justo en prestaciones, una dirección imprecisa y el peor maletero.
Los coches urbanos miden en torno a 3,5 metros de largo y permiten cubrir las necesidades de transporte familiar del día a día, en teoría al mejor precio posible. Y ahí radica su principal inconveniente, porque en la práctica salen casi igual, y a veces más caros, que sus hermanos mayores los utilitarios, más grandes y polivalentes, sobre todo para afrontar los viajes con más desahogo. La explicación está en que los modelos ciudadanos se venden menos y, en consecuencia, tienen unos costes de producción superiores a los utilitarios, porque se fabrican en tiradas más cortas y no logran sus economías de escala.
El Hyundai i10 se impone con claridad en la prueba porque ofrece una calidad de conjunto superior y optimiza las cualidades que debe reunir un coche urbano. Para empezar, es un poco más largo que sus rivales, 3,66 metros, y aunque le penaliza algo al aparcar, ofrece a cambio una imagen con mayor empaque y sobre todo un interior un poco más amplio y con cinco plazas. Además, tiene un motor 1.2 de cuatro cilindros más refinado que los tres cilindros de sus rivales, viene más equipado de serie y tiene cinco años de garantía. Se vende con motores 1.0 de tres cilindros y 60 CV (10.210) y el 1.2 de 87 CV de la prueba (desde 12.310).
El Peugeot 108 acaba de llegar, como sus hermanos gemelos los Citroën C1 y Toyota Aygo. Cumple la tendencia de moda y se puede personalizar con diferentes opciones, desde bandas adhesivas y adornos hasta un sugerente techo practicable. Aporta el motor más brillante, las mejores prestaciones y pantalla táctil de serie. Pero es más justo por dentro que el Hyundai, con solo cuatro plazas y un maletero más pequeño, y sale más caro. Se vende con dos motores: 1.0 de 68 CV con cambio automatizado ETG (12.550 euros) y el 1.2 de 82 CV de la prueba (desde 12.000).
El Seat Mii se sitúa muy cerca del 108 gracias a la eficiencia de su motor 1.0 de tres cilindros, que ha gastado un litro menos en la prueba. Es amplio por dentro, aunque solo con cuatro plazas, y tiene un buen maletero. Pero presenta un diseño muy simple y austero por fuera y por dentro. Y aunque cuesta igual que el i10, viene peor equipado de serie y con tres años menos de garantía. Se vende con un motor 1.0 de tres cilindros con 60 y 75 CV (desde 9.670 y 10.170 euros).
El Kia Picanto se queda descolgado porque solo se vende con un motor 1.0 de 69 CV (desde 8.572 euros en versión tres puertas) que se queda muy justo y además es perezoso. Es amplio por dentro, está bien presentado y sale más barato que los demás. Y tiene siete años de garantía. Pero la dirección resulta imprecisa y tiene el maletero más pequeño y unas prestaciones bastante inferiores.
Conducción
Estos cuatro coches tienen motores pequeños de baja cilindrada con un planteamiento muy urbano. Todos son suficientes para la ciudad, pero se quedan justos para salir a carretera, sobre todo si se ocupan todas las plazas o se viaja a tope de equipaje.
El Hyundai ofrece una calidad de conjunto superior que le hace parecer más coche y se nota en todo. Para empezar, es el único con motor de cuatro cilindros, un 1.2 de 87 CV que responde bien desde bajo régimen y se estira en progresión y soltura hasta 6.000. El Peugeot equipa también un 1.2 litros, pero de tres cilindros y 82 CV. Y gracias a un cambio con las marchas más cortas y una respuesta más inmediata al acelerador, ofrece las mejores prestaciones de los cuatro, aunque con un tacto menos suave y refinado que el i10.
El Seat se decanta por un pequeño 1.0 de tres cilindros y 75 CV que también resulta algo rudo de tacto, pero sorprende por su respuesta brillante a bajo régimen, que evita reducir a menudo en ciudad, y se defiende aceptablemente en carretera. Por último, el Kia solo se vende con un motor 1.0 de 69 CV que es el menos brillante, tanto a bajo régimen como cuando se estiran las marchas. Y le falta nervio y empuje, lo que obliga a subirle más de vueltas y reducir con decisión para no perder el ritmo del tráfico en las autopistas interurbanas.
En lo que se refiere a la estabilidad, el i10 es el más consistente y aplomado, y se aprecia sobre todo en carretera. Tiene un buen equilibrio de suspensiones, que lo hace más fácil y agradable de conducir, y aporta unas reacciones muy proporcionadas a lo que ordena el conductor. Además, es estable y noble, balancea poco en las curvas y solo la dirección resulta algo imprecisa en línea recta, obligando a corregir de forma continua.
El Kia tiene también un buen equilibrio de suspensión, pero con unos neumáticos que agarran menos y una dirección con el mismo defecto del Hyundai, pero aún más imprecisa en las rectas. Y el Peugeot y el Seat acusan las inercias en las curvas más que los dos coreanos, pero ofrecen una estabilidad similar. El 108 da confianza una vez que se apoya lateralmente y dibuja bien la curva; el Mii se mueve algo más, pero a cambio tiene la dirección más precisa de los cuatro.
El Picanto acusa también el menor agarre de los neumáticos al frenar y necesita más metros. Los otros paran casi igual, con ligera ventaja del Hyundai, aunque el Seat es el que mantiene mejor el equilibrio en frenadas apuradas. El i10 aporta también una calidad de conducción algo superior, tanto por el tacto más fino del motor como por su mayor solidez y consistencia de conjunto. El Peugeot y el Seat son también fáciles y agradables de manejar, pero con una mecánica de respuesta menos suave y refinada. Y el Kia tiene un tacto y reacciones más imprecisas que le penalizan.
Vida a bordo
Al margen del espacio interior, la principal diferencia entre estos coches es el número de plazas. Y mientras los dos europeos tienen cuatro, los coreanos permiten llevar cinco pasajeros. Otra cuestión es si esa plaza suplementaria resulta utilizable en la práctica para algo más que casos de apuro, sobre todo si se trata de un adulto. Y aquí sí hay matices entre los cuatro modelos.
Dejando aparte las dos butacas delanteras, que son correctas y no presentan carencias reseñables en ninguno, el Kia es el que ofrece más espacio para las piernas atrás y una mayor altura al techo, mientras que en los otros tres se toca arriba si se mide más de 1,80 metros, en especial en el Peugeot si se pide con el techo de lona plegable (en la imagen). En cambio, el más desahogado en anchura es el Seat, pero no se traduce en una gran ventaja, porque solo tiene cuatro plazas. Sin embargo, el más cómodo atrás es el Hyundai, que tiene un asiento mejor diseñado y más elaborado. Además, ofrece también los mejores huecos para objetos, con una buena guantera, bolsas más grandes en las puertas, una repisa amplia delante del cambio y otra integrada en la zona del freno de mano junto a un par de posavasos.
Ninguno destaca por la amplitud de los maleteros, pero el Hyundai se beneficia de su mayor longitud (entre 10 y 20 centímetros más) para ofrecer mayor capacidad, aunque muy similar a la del Seat. El Mii permite colocar el piso en dos alturas, y en la más baja ofrece un espacio bastante generoso. En cambio el del Peugeot es bastante justo y el del Kia resulta muy pequeño.
El Hyundai es también el mejor presentado por dentro, con un salpicadero bicolor muy vistoso, una instrumentación correcta y un aspecto de conjunto más cuidado. El Peugeot aporta una puesta en escena más moderna y original, con detalles vanguardistas como la consola central y la pantalla táctil integrada, pero utiliza plásticos de calidad inferior y deja zonas de chapa a la vista. El Kia muestra un aspecto sencillo y correcto que no sorprende por nada, pero tampoco desentona, y al Seat le penaliza su minimalismo y resulta demasiado espartano. Al igual que el 108, prescinde de las salidas orientables de la climatización de la zona central del salpicadero, aunque a cambio ofrece los mejores ajustes entre las piezas y transmite solidez.
Las suspensiones son bastante elementales, porque estos coches están pensados para los trayectos urbanos, pero no resultan incómodas en el uso diario. En la sonoridad hay más diferencias y el Peugeot, a pesar de ser el más nuevo, acusa en exceso la rumorosidad mecánica y de rodadura, y es el más ruidoso de los cuatro, seguido del Kia, que tampoco está bien aislado. En el Seat solo incordian las vibraciones del motor de tres cilindros, y el Hyundai es el más silencioso y además el único con elevalunas eléctricos traseros. En el Kia son manuales y en los europeos las ventanillas posteriores solo se abren en compás.
Consumos
Son pequeños y ligeros, pero ninguno lleva start & stop y su consumo real es superior al de coches más grandes con motor turbodiésel.
El más austero en la prueba ha sido el Seat, que ha gastado un litro menos: solo cinco en conducción suave y seis en ciudad y apurando las marchas. El Hyundai ha consumido casi igual en carretera, pero sube a siete en tráfico urbano y acusa su mayor cilindrada. Y el Kia y el Peugeot son menos austeros. Gastan seis litros en conducción tranquila y siete en ciudad, pero mientras el Picanto no pasa de ahí, el 108 sube a 7,5 si se apuran las marchas.
Las emisiones oficiales de CO2 son ajustadas en todos: 99 g/km en el Peugeot y el Kia, 108 en el Seat y 114 en el Hyundai.
Precios y equipamiento
Son los coches más baratos del mercado, pero cuestan casi como los utilitarios. El más asequible es el Kia, 10.132 euros. El Hyundai y el Seat cuestan 1.000 euros más, 11.100 y 11.240, y el Peugeot sube a 11.700. Los precios solo incluyen el descuento oficial para cualquier cliente, sin Plan Pive ni primas por financiación.
A pesar de su ajustado tamaño y precio, los cuatro vienen bien equipados en seguridad, con ABS, control de estabilidad ESP y sensor de presión de ruedas. La diferencia está en los airbags, porque todos vienen con seis, salvo el Seat que tiene solo cuatro. El comportamiento dinámico en carretera es seguro, pero el Kia está un paso por detrás por los neumáticos.
El equipo de serie es justo. Aparte de los elementos de seguridad, todos vienen con elevalunas delanteros eléctricos, cierre con mando, radio-CD y aire acondicionado. Salvo el Seat, añaden ordenador de viaje y mandos del equipo de música en el volante, USB y bluetooth. Los dos coreanos tienen cinco plazas, y los europeos, cuatro, y el 108 suma pantalla táctil y llantas de 15 pulgadas (14 los demás). Pero el mejor es el Hyundai, que incluye elevalunas eléctricos traseros, retrovisores eléctricos, rueda de recambio de emergencia y cinco años de garantía, aunque por detrás del Kia, que cubre hasta siete años.
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