Dentro de una marca premium como Mercedes, es el Mercedes-Maybach Pullman el que mejor ejemplifica lo que es el lujo. La versión alargada del Clase S tiene más de limusina que de sedán, y de cara a 2018 se actualiza para ser todavía más exclusiva.
La renovación estética pasa por adaptarlo al lenguaje de diseño de la nueva generación del Clase S (parrilla con lamas verticales, llantas de 20 pulgadas, más colores para la carrocería…), pero en términos exteriores lo que interesa es que crece hasta los 6.500 milímetros de longitud con una descomunal distancia entre ejes, lo que le confiere un enorme espacio interior para los pasajeros.
Y como el habitáculo está diseñado con una configuración 2+4 centrada en los que van en las plazas traseras, el resultado final es prácticamente el de un salón sobre ruedas. En la zona para pasajeros, separada por una pantalla que se opera electrónicamente, dos asientos van orientados a contra marcha, mientras que los otros dos son de tipo ‘ejecutivo’ de serie: reclinables, con reposapiés integrado, etc.
Entre las mejoras que incorpora están la cámara delantera (con la que los pasajeros pueden comprobar el estado del tráfico) y el sistema 2 Cabin Sound, que permite escuchar audios diferentes en cada zona.
Por último, el motor 6.0 V12 biturbo aumenta su potencia hasta los 630 CV y el par máximo hasta los 1.000 Nm, suficiente para hacer que acelere de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. A cambio, eso sí, homologa un consumo medio de 14,6 l/100 km.
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