Muchos fabricantes ofrecen, para algunos de sus vehículos, la posibilidad de incorporar un techo solar. Hay que marcas que incluso lo incluyen de fábrica en el precio de algunas de las versiones de sus coches.
Los techos solares son llamativos y ofrecen una serie de ventajas al conductor. Como no podía ser de otra manera, su instalación también presenta ciertas desventajas. Antes de decidir si comprar o no un coche con techo solar, es mejor estudiar cuáles son los pros y los contras de este extra.
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Lo primero es saber cuál será su coste. Si bien algunos modelos, dependiendo del acabado en el que se compren, incluyen el techo solar ya de fábrica, en otros casos hay que pagarlo. Los precios varían dependiendo del fabricante: los hay por 500 euros, pero también por más de 2.000, según estima el RACE.
Más luz y amplitud
Si el conductor ha decidido que puede y quiere asumir ese coste extra, todavía queda una larga lista de pros y contras del techo solar por analizar. Hablando de los aspectos positivos, sin duda el que más destaca es que el interior del habitáculo estará más iluminado. Si el techo es también retráctil, se podrá disfrutar de mayor ventilación.
Otro aspecto positivo es que los techos solares suelen dar una mayor sensación de amplitud al habitáculo. Con los nuevos techos que abarcan toda la superficie superior del coche, todos los ocupantes disfrutarán de esta mayor habitabilidad (sobre todo los más altos).
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No obstante, los techos solares pueden ser algo incómodos en verano. Y es que, aunque muchos filtren los rayos del sol, estas estructuras no suelen aislar tan bien del calor como el techo tradicional. Además, los techos solares necesitan un buen mantenimiento. Si no, podría llegar incluso a filtrarse el agua de la lluvia dentro del vehículo.
Los techos solares pueden salir caros
Inevitablemente, durante los meses estivales, un techo solar obligará a hacer un mayor uso del aire acondicionado, por lo que el consumo de combustible del vehículo aumentará. Del mismo modo, los coches con techo solar pierden rigidez estructural, lo que obliga a los fabricantes a reforzar otras zonas del vehículo, aumentando así su peso total y, por lo tanto, su consumo.
Finalmente, estos techos no solo conllevan un precio extra en la compra del coche. Las compañías de seguros cobran más entre un 8 y un 10% más a los propietarios de vehículos que lucen techo solar, ya que esta pieza puede sufrir daños graves por, por ejemplo, lluvias, granizo o la caída de otros objetos.
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