Un túnel de casi tres kilómetros de largo donde se puede circular a más de 240 km/h

El túnel de Catesby se encuentra en Reino Unido y se construyó en el siglo XIX para ampliar la red ferroviaria desde Londres a otras ciudades.

túnel Catesby

Foto: Catesby Tunnel

Las velocidades máximas de circulación son uno de los muchos mecanismos para mantener la seguridad vial. Aunque con coches cada vez más potentes y seguros, en algunas partes de Europa se están planteando si subir estos límites. 

La vista está puesta en los 150 kilómetros por hora en países como Italia o República Checa, siempre y cuando la vía y el estado del asfalto lo permitan. Si esta cifra puede parecer escasa a algunos conductores, hay un túnel en Reino Unido en el que se puede circular a más de 240 km/h.

Se trata del túnel de Catesby, en la zona de Northamptonshire (entre Birmingham, Oxford y Cambridge). Este pasaje se construyó en el siglo XIX y se utilizó entre 1898 y 1966, pero no cómo una vía para vehículos. 

La construcción del túnel de Catesby respondía a la necesidad de ampliar la red ferroviaria inglesa, a la que ciertos personajes influyentes de la época se oponían. Entre ellos, se encontraba el terrateniente Henry Attenborough, que se negó a que por sus tierras en el condado de Northampton se colocaran vías de tren y pasaran locomotoras de manera constante. Para conseguir expandir la red y cumplir con las objeciones de Attenborough, se cavó este túnel de 1,68 millas de largo (2,7 kilómetros). 

Hasta 1966, el túnel de Catesby fue una zona de paso habitual para los trenes que iban y venían de Londres. Desde entonces, las instalaciones quedaron en desuso y se abandonaron hasta que, en 2010, una idea millonaria dio un nuevo propósito al túnel.

De trenes a vehículos de carreras

La empresa Aero Research Partners vio en las instalaciones abandonadas de Catesby la posibilidad de crear un túnel de viento para testear la aerodinámica de coches de carreras. El accionista mayoritario de esta asociación y empresa especializada en aerodinámica, TotalSlim, se ha encargado del desarrollo de ingeniería de todo el proyecto.

Por el túnel de Catesby, ahora, ruedan vehículos a velocidades de unos 240 km/h. Eso sí, siempre en pruebas controladas y bajo unas condiciones de conducción muy específicas. Por ejemplo, la temperatura dentro del túnel se mantiene de manera constante a diez grados y toda la obra de reacondicionamiento se hizo teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle. Las instalaciones se encuentran a nueve metros bajo tierra, por lo que el sonido de los motores tampoco es un problema que perturbe la tranquilidad del exterior. 

Catesby se ha convertido en uno de los centros de pruebas de vehículos de carrera más reputados de Europa. De hecho, tiene el título de ser la instalación cubierta más larga del mundo para probar vehículos. Al ser una vía subterránea, las condiciones climáticas son siempre perfectas (no hay lluvia, nieve u otros fenómenos). Esta característica confiere a las pruebas, además, un alto nivel de confidencialidad. 

El proyecto costó más de 15 millones de euros y uno de los puntos a favor de estas instalaciones es que cualquiera puede reservarlas para testear y poner a prueba cualquier característica de cualquier vehículo, sin limitaciones.

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Andrea Gil

Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.

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