Entrar a circuito es algo caro, no solo por lo que conlleva en gasto de gasolina o neumáticos; la propia tanda suele tener un coste alto para aquellos pilotos que quieran participar. Sin embargo, hay un lugar en Portugal pensado para derrapar en el que la entrada es completamente gratis.
Se trata de la Pista Guilhabreu, un circuito de unos 800 metros orientado al drift en el que los pilotos, como van a dar espectáculo, no tienen que pagar por el acceso. Solo pagan por ella los acompañantes y el público, que deben desembolsar dos euros.
El negocio está en que el complejo tiene un bar desde el que se puede ver la pista, así que es en el pago de las consumiciones donde hacen caja. Sin embargo, los precios de las mismas son realmente baratos: botella de agua a un euro y Coca-Cola a un euro y medio. Así, se trata de un plan muy asequible para disfrutar del mundo del motor.
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