Las señales se van actualizando conforme lo hacen también las condiciones del tráfico y, cómo no, la sociedad. Por ejemplo, la DGT presentó los nuevos símbolos para los nuevos escenarios a los que se pueden enfrentar tanto conductores como peatones.
Del mismo modo, aunque en general las señales de tráfico están bastante homogeneizadas en Europa, pueden existir diferencias. Es importante, en caso de circular a otro país, echarles un vistazo para evitar multas que arruinen el viaje.
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Por ejemplo, existe en Francia una señal completamente diferente a la que se usa en España para indicar un carril especial. No conocer el significado de esta indicación francesa supondrá, cómo mínimo, una multa de 135 euros. En España la sanción es más cara y sube hasta los 200 euros.
Se trata de una señal con forma de rombo que se puede ver tanto en carteles sobre los carriles como pintada en el suelo de los mismos. Se ve en formato luminoso o simplemente dibujada y puede ser de color blanco sobre un fondo negro o sobre uno azul.
Un rombo para el carril VAO
Es la señal que en Francia utilizan para marcar los carriles bus-VAO, es decir, los destinados a los vehículos de alta ocupación. El dibujo escogido ha despertado la curiosidad de muchos usuarios. En las redes sociales no han tardado en aparecer explicaciones sobre lo que señalan estos rombos: un carril “para los que juegan a los Sims” o “reservado para los Renault”.
No obstante, esta señal del rombo no es la única para distinguir los carriles bus-VAO, ya que también se puede ver en algunas zonas la de un coche con un 2+, indicando el número de personas que tiene que ir cómo mínimo en el vehículo.
La señal que se utiliza en España para designar un carril dedicado a vehículos de alta ocupación la S-51b, muy similar a esta anterior. No obstante, en paneles más grandes también se puede ver escrito ‘carril bus-VAO’ sobre este pictograma.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.