La compra de un automóvil es la segunda transacción económica más importante a la que se enfrentan los españoles, después de la vivienda. La mayoría de conductores que adquieren un vehículo nuevo optan por solicitar un préstamo, ya sea a una entidad bancaria o a la financiera del fabricante. Pero existe otra alternativa a tener en cuenta, el renting, una fórmula que consiste en alquilar el modelo a largo plazo, durante unos años y con todos los gastos incluidos.
José Coronel de Palma, presidente de la AELR, la Asociación Española de Leasing y Renting, señala que “muchos bancos realizan comparativas entre el préstamo normal y el renting, sobre todo a los clientes particulares, para informarles que es más interesante económicamente el contrato de alquiler que el crédito”.
Este tipo de fórmula financiera es como la tarifa plana de los móviles aplicada al automóvil. El usuario paga una cuota mensual fija y se despreocupa del resto, porque la letra reúne todos los gastos asociados al vehículo, desde los impuestos y el seguro hasta el mantenimiento y las posibles averías. Incluso puede recoger también el cambio de neumáticos, aunque dependerá del contrato firmado. Eso sí, el renting no cubrirá los desperfectos o desgastes causados por un uso negligente o indebido del vehículo.
Coronel de Palma explica que la simulación que se suele hacer “compara la adquisición de un vehículo mediante la financiación de un préstamo normal, sumando todos los gastos que tendrá el coche en ocho años, con un renting durante cuatro. En el caso del alquiler se incluyen todos los servicios y costes asociados, la devolución del vehículo al finalizar el acuerdo y la puesta en marcha de un nuevo contrato por cuatro años, lo que permite volver a estrenar coche. El resultado es de una diferencia económica importante a favor del renting, aun descontando el importe que se obtiene por la venta del coche”. En la mayoría de automóviles y tipos de acuerdo, el contrato de alquiler implica un ahorro de entre 50 y 70 euros al mes frente a las costas del crédito, lo que permite alcanzar un diferencial económico positivo de unos 600 euros al año.
La mayoría de contratos se firman por un plazo de cuatro años, que es el máximo establecido porque la empresa que presta el servicio mantiene la propiedad del vehículo y, cuando el acuerdo finaliza, suele venderlo en el mercado de segunda mano. De esta forma se garantiza un valor residual mínimo.
Los contratos suelen asociarse a un kilometraje anual, 20.000 kilómetros por ejemplo, y este aspecto es uno de los más importantes, porque si el conductor los supera deberá pagar recargos elevados que pueden arruinar la rentabilidad de la solución. En función de la letra pequeña del acuerdo, también se da el caso contrario: el usuario podrá obtener bonificaciones si no cubre la distancia establecida.
EL SECTOR RESURGE
El renting es una alternativa interesante para los particulares, aunque son las empresas, desde pymes hasta autónomos, las que pueden conseguir los mayores beneficios. Y es que para las sociedades, las cuotas mensuales computan como gastos fiscalmente deducibles, al mismo tiempo que esta solución les permite liberar capacidad de endeudamiento y dedicarla, llegado el caso, a su foco principal de negocio, y no a la flota de vehículos, que suelen ser una simple herramienta para el desempeño de la actividad.
El sector del renting se ha visto muy afectado por la crisis económica, aunque en 2015, y por primera vez en los últimos cuatro años, mostró síntomas de recuperación. De hecho, el año pasado se matricularon 170.690 vehículos acogidos a esta modalidad, cifra que implica un crecimiento del 21,5% frente a 2014, cuando se cerraron 140.462 operaciones, según datos de la AELR. De los 170.690 automóviles, 139.942 corresponden a turismos y todoterrenos, mientras que el resto son modelos industriales, ya sean ligeros, como las furgonetas, o pesados, como los camiones.
Las grandes empresas siguen siendo los clientes principales de esta modalidad, mientras que los particulares permanecen como “la asignatura pendiente”, en opinión de Coronel de Palma, porque suponen poco más del 1% del total de contratos firmados. Por tipos de coches, los modelos más demandados son los compactos tipo Golf (29% del total), seguidos de las berlinas (19%) y las furgonetas comerciales (19%).
LEASING: ALTERNATIVA PARA AUTÓNOMOS
Similar pero diferente. El leasing es también una modalidad de alquiler a largo plazo, pero presenta sus propios valores. Para empezar, no se limita a cuatro años de plazo máximo, sino que puede oscilar entre dos y 10, y, finalizado el periodo, el conductor puede elegir entre devolver el vehículo o quedárselo. Y como la operación se asocia a un concesionario, la disponibilidad de modelos es mayor y permite además adaptar las características del coche, como el equipamiento, por ejemplo, a las necesidades.
Sin embargo, y como indica José Coronel de Palma, presidente de la AELR (Asociación Española de Leasing y Renting), no vale para particulares, solo para compañías: “Entre las características del leasing se encuentra que debe utilizarse para la financiación de bienes de capital productivo necesarios para la actividad empresarial. Es decir, a este tipo de financiación solamente pueden acceder las empresas o los autónomos”.
Las empresas obtienen ventajas fiscales, porque el leasing permite acceder al 100% de la financiación del producto y fraccionar asimismo el pago del IVA. Pero deben soportar al mismo tiempo un tipo de interés superior a lo normal y realizar un primer pago, a modo de entrada, que puede ser cuantioso.
En general, estas características implican que para una compañía el leasing cobre mayor interés si prevé que sus vehículos vayan a recorrer kilometrajes especialmente elevados.
EL TOP 10 DEL RENTING
SEAT es el fabricante que lidera las matriculaciones del renting en España, según los datos de la AELR (Asociación Española de Leasing y Renting) correspondientes al pasado mes de febrero: acumuló 2.674 operaciones de vehículos relacionados con esta fórmula financiera. En segundo lugar se situó Volkswagen, con 2.507 modelos acogidos a esta modalidad, y Renault ocupó el tercer escalón del podio, con 1.537 vehículos.
BMW es la cuarta de la lista, y la primera de las marcas de prestigio, con 1.224 automóviles adquiridos mediante este contrato de alquiler. Peugeot es quinta, 1.204 unidades; Nissan, sexta, 890; Audi, séptima, 859; Opel, octava, 780; Mercedes, novena, 757, y Fiat cierra la clasificación en décimo lugar con 671 vehículos asociados al renting.
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