El principal problema de los coches eléctricos sigue siendo su autonomía. Los sistemas de baterías van avanzando pero su alcance queda todavía muy lejos del de un depósito de combustible tradicional, lo que es lógico.
Precisamente por ello es un área en la que los fabricantes no dejan de trabajar y mejorar. En esta dirección, BMW ha presentado el nuevo BMW i3, que incorpora una batería con 33 kWh de capacidad, un 50% más que la anterior.
Con este aumento, la autonomía pasa de los 130 hasta los 183 kilómetros, hablando siempre de una circulación mixta en entornos urbanos y carretera.
El contrapunto es que la batería, aún ocupando lo mismo, es más pesada y el BMW i3 ahora marca 1.343 kilos. Además, también como es lógico, tarda más en cargarse al completo: 4,5 horas (una más). Su aceleración 0-100 km/h es de 7,3 segundos y su recuperación 80-120 km/h de 5,1.
Como ocurría hasta ahora existe la opción i3 REX, una variante que equipa un motor bicilíndrico 650cc de gasolina para retroalimentar las baterías y añadir 150 kilómetros más de alcance.
Estéticamente recibe pequeñas modificaciones, como cinco colores de carrocería (entre ellos el Protonic Blue, hasta ahora exclusivo del i8), molduras de roble o Eukalyptus para el habitáculo y el pack de equipamiento Driving Assistant Plus.
Para los compradores de los primeros BMW i3, la marca ofrece la oportunidad de sustituir sus antiguas baterías por las nuevas.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram